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Los sonidos viscosos de su miembro siendo masturbado eran adictivos y aclimataron la desesperación del soviético por terminar. Apretó los dientes y se aferró a las sábanas al jadear de placer mientras la mano que lo torturaba aceleraba su paso.
—Ghh, oh... Detente, detente.
En contra, el alemán decidió ignorar la súplica del mayor y continuó. Esa cosa en su mano bombeaba intensamente, sería una desgracia abortar la misión y dejarla así para sufrir en solitario.
—¡Espera...!
Todo su cuerpo se contrajo cuando una fuga blanca brotó de su pene. Como una bala, se disparó y aterrizó en la cara del alemán, quien se sorprendió un poco por la velocidad en la que salió, como una manguera a presión.
Sus feroces ojos azules se posaron en el pobre hombre que jadeaba como un loco, con sudor en la frente y un cuerpo hirviendo a punto de explotar por la calentura del momento.
—¿Quieres follarme así? ¿Y si ni siquiera aguantas? Al menos no terminas en cinco minutos, como esos repugnantes hombres extraños.
La Unión Soviética rió con voz airada y trató de calmar su pecho.
—Por lo menos ya viste que no tengo ningún tipo de disfunción... ¿Y el tamaño, doktor? ¿Es saludable?
El de cabello castaño se aclaró la garganta y evitó mirar al sujeto de su estudio.
—Es... Notable.
Sintió el líquido blanco deslizarse por su rostro y con disgusto, trató de deshacerse de todo lo que pudo. Antes de que pudiera terminar, el soviético enredó sus dedos en su cabello y lo obligó a encorvarse, teniendo ese pene justo en frente de su apuesto rostro.
—Doktor, mírelo bien ¿quiere? Podríamos hacer más pruebas para ver la eficiencia de mi amigo.
—Estoy bien, danke.
Para la mala fortuna de Alemania, quien comenzaba a sentir cosquilleos, el de mechón dorado era insistente.
—No, no. Anda, ahora pruébalo hasta tu garganta. ¿O te gustaría saber hasta dónde puede llegar dentro de tu trasero?
El castaño claro rodó los ojos al escuchar semejante ridiculez.
—Un día me hablas como si fueras un caballero perdidamente enamorado, pero al día siguiente es como si hablaras con alguien vulgar y aparte puta. Decide ya qué personaje estás usando.
Como respuesta, el mayor sonrió juguetonamente, se encogió de hombros y dijo:
—Je, por suerte no soy un idiota mentiroso como ciertos individuos especiales.
—Bueno, al menos mis palabras siempre mantienen su postura.
Era algo común entre ellos discutir, no en modo de peleas, pero por ver quién tenía la razón en todo.
—Pues el otro día no me sonaron tan groseras tus palabras cuando me suplicabas por más mientras te tocaba.
Completamente avergonzado, Alemania evitó el contacto visual y estaba listo para irse, pero el soviético lo atrajo para besarlo. Lentamente, su cuerpo se colocó encima de él y se acostaron en la cama mientras saboreaban sus labios. La mano de la Unión Soviética se deslizó debajo de la camisa del alemán y comenzó a sentir la piel de su abdomen, enviando escalofríos por todo su cuerpo. Un gemido bajo escapó de su boca cuando el mayor comenzó a meterse debajo de sus pantalones.
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Lieber Edelweiß | Countryhumans
Fiksi PenggemarLa flor de Edelweiß vive escondida en los helados Alpes. Una bella flor blanca de apariencia frágil. Pero cuidado, porque ese espejismo oculta lo resistente que es, lo reservada que es... lo solitaria que es en la brillante nieve... como si no quisi...