ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔏𝔛ℑℑℑ

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𝔎𝔞𝔭𝔦𝔱𝔢𝔩 𝔏𝔛ℑℑℑ: 𝔓𝔥𝔞𝔫𝔱𝔬𝔪 𝔡𝔢𝔯 𝔒𝔭𝔢𝔯

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Los pasillos de la residencia se encontraban ocupados no por grandes cantidades de servidores, un puño realmente se encontraba atendiendo a los hermanos. No, los pasillos estaban llenos de ruido, sonido encantador. En cada rincón de la mansión se lograba admirar las magníficas voces. 

Al pasar, instantáneamente el cuerpo de uno comenzaría a mecerse de un lado a otro, moviendo los brazos agraciadamente; como si te encontraras en un cuento de hadas etéreo. 

Todas las preocupaciones se desvanecen en la nada cuando se engancha en el ambiente construido en aquel hogar... Puedes hacer muchas cosas, pero tu mente calla todas las voces indeseadas, eso te levanta un peso de encima y brinda un sentimiento indescriptible... Paz. 

En ese estado se encontraba el joven alemán. La ópera lo dejaba en santa paz. 

—Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen...

Susurraba Alemania siguiendo la letra. 

"La venganza del infierno hierve en mi corazón,

muerte y desesperación, 

¡La muerte y la desesperación arden a mi alrededor!"

Aquella obra en específico fue creada por el Imperio Austríaco. Revelado en uno de los diarios del monarca, aquella letra fue creada en uno de los momentos más complicados de su vida, cuando el Sacro Imperio Romano Germánico falleció durante las guerras que ocasionó Francia. 

El miedo de ser el próximo emperador, el duelo, el odio, la separación de una familia, robos, traición... De todo experimentó. Pero a pesar de haber sufrido mucho bajo el cuidado de la emperatriz, el hijo no podía odiarla, simplemente no podía a pesar de los constantes dolores que le provocaba su propia madre.

Se notaban mucho las diferencias entre la música compuesta por el Austríaco y por Prusia. El rubio era más intenso, sus emociones eran reveladas en las notas; estados de euforia, de temor, de furia y nostalgia profunda. Pero el azabache era más sutil, debías prestar atención a cada instrumento usado y cada nota para descifrar lo que quería decir; existía mucha variedad en sus obras también, pero la mayoría se iba convirtiendo en una mezcla extraña de tristeza escondida... Se identificaba el deceso de su felicidad. 

—Ugh... ¿Cuánto me falta?

Se cuestionó Alemania. Dio unos pasos hacia atrás y sus hombros cayeron cansados al ver que podría fácilmente estar llegando apenas a la mitad. Había vaciado todas las estanterías del estudio que tenían, sacudió de polvo todo y ahora estaba acomodando todo de nuevo. 

Eran pilas de libros que se apretaban en aquellos estantes inmensos; eran dos niveles en el estudio, aún había mucho qué hacer. Vio la hora y solo se contuvo a masajearse el cuello, ya era pasado el mediodía, había consumido toda la mañana. 

—Shiss...

Siseó agotado. Pero logró distraerse de sus desánimos al escuchar que la siguiente pista comenzaba. Se acercó rápidamente al libro que tenía abierto al lado del tocadiscos. Le dio vuelta a la página y encontró el título de la canción, la letra y una descripción breve de la creación.

Logró adquirir ese disco junto al libro por medio de una compra secreta, mandó a uno de los servidores a viajar a Austria para poder comprarlo. Austria, para obtener ingresos, decidió hacer una colección de las piezas de ópera que su padre había compuesto; tomó la decisión de cavar entre los diarios para resumir lo que ocurría detrás de estas hermosas creaciones. 

Lieber Edelweiß | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora