ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔛ℑ𝔙

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𝔎𝔞𝔭𝔦𝔱𝔢𝔩 𝔛ℑ𝔙 : 𝔈𝔯𝔰𝔱𝔢 𝔗𝔯𝔞𝔤ö𝔡𝔦𝔢

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Europa tenía una nueva unión de potencias que llegó a desarrollar una gran influencia en la región tras la Guerra Austro-Prusiana. La conocida Confederación Germánica cambió su nombre ligeramente a Confederación Alemana del Norte.


—¿Cómo se encuentra Austria?

Le preguntó Prusia a Liechtenstein. Poco tiempo después de la guerra, surgieron revoluciones y conflictos en el territorio Mexicano. Gracias a conflictos con el Imperio Francés, ella logró irse del continente y volver a su hogar, el matrimonio se había roto.

—Me temo que sigue confundida y asustada. Huyó de un problema solo para volver a casa y encontrarse con un ambiente totalmente distinto. La situación está delicada.

Parecía como si el azabache quisiese preguntar más a pesar de estar limitándose. Así que Liechtenstein comió de su postre y habló nuevamente:

—Mi hermano se ha casado finalmente. Con la dama Reino de Hungría... desafortunadamente. Suiza intenta mantener el orden como siempre, pero parece que la esposa no se lleva bien con la hijastra. Austria ya fue puesta como segunda en la línea de sucesión con el nacimiento de su hermano, el Imperio Austro-Húngaro.

Las potencias fueron invitadas a la ceremonia de bodas entre el Imperio Austríaco y el Reino de Hungría; por supuesto que el Reino de Prusia y la Confederación Alemana del Norte fueron excluidos de la lista de invitados. Dicen que fue un evento enorme y elegante.

Liechtenstein observó las manos de Prusia y le preguntó curioso:

—¿Por qué no hay un anillo en su dedo?

El azabache reaccionó fuera de lugar. Su mirada descendió a su mano y después volvió a hacer contacto visual con el menor.

—¿Por qué tendría un anillo?

Liechtenstein sonrió incómodo y explicó:

—Pues... ya está junto a la Confederación Alemana, supuse que estarían comprometidos.

Prusia estaba completamente confundido, ¿compromiso? ¿Matrimonio? ... ¿Eso esperaban de ellos? ¿Debían casarse? Si era sincero, jamás había pensado en ello. Ambos habían estado viviendo bastante bien con el estilo de vida que adoptaron.

—Ich weiß nicht.

Murmuró Prusia desanimado. Liechtenstein aclaró su garganta y sacó un sobre de su bolsillo para cambiar el tema de la conversación.

—Suiza me encargó que les entregase esto. Es una invitación a un banquete. Descuiden, mi hermano ya avisó que estaría ausente debido a una emergencia, de esa familia solo el Reino de Hungría asistirá.

El Reino de Prusia asintió con la cabeza comprensivo y agarró el sobre con el sello de Suiza.

—Procuraré asistir.

—Ausgezeichnet.

Liechtenstein le sonrió amablemente. A pesar de que el Imperio Austríaco le había exigido a Liechtenstein que cortara toda conversación con aquel dúo en el norte, este fingía acatar a la exigencia, pues no podía dejar en el olvido a alguien que consideraba familia a pesar de todo. El menor comprendía que existían disputas que no podía detener, y que las niñeces solo podían permanecer en el pasado, como un recuerdo lejano.

—Mire la hora, será mejor que parta de una vez, visitaré a mi sobrina y le diré qué le manda saludos.

Se excusó Liechtenstein poniéndose de pie. Prusia le acompañó a la salida y se despidió de él.


Lieber Edelweiß | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora