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En el hogar de Finlandia, Rusia se mantenía oculto. Si las cosas ya eran complicadas, surgió un nuevo problema, el nacimiento de dos territorios, a quienes el socialista llamó Estonia y Letonia.
Se trataba de un misterio la razón del surgimiento, aún más que las niñas no nacieron en un lugar importante o que albergue energía. De igual manera, Rusia, Pyotr y Finlandia intentaban cuidar de las recién nacidas.
—Parece que aguantan muy bien el clima frío.
Comentó el acompañante del bolchevique. Rusia estaba sentado en la cama de su habitación y a su lado estaban las bebés, quienes ya habían sido bañadas, cambiadas y arropadas por los empleados de Finlandia.
—Si nacieron en tierra rusa, significa que está en su sangre.
—Tiene razón.
Realizó una breve pausa y se atrevió a preguntar:
—¿Qué sucederá si el Imperio Ruso se entera? No puede exponerlas cuando sea posible regresar a casa.
El fugitivo lo pensó por unos momentos, lo que decía Pyotr era verdad. Si se percataran de los nuevos territorios, surgiría más caos del que ya existía.
—Ya veremos la forma...
Respondió volviéndose a centrar en lo que estaba escribiendo. A pesar de estar refugiándose en la tierra finesa, seguía publicando sus escritos, dando a conocer su opinión sobre la situación, y dando órdenes a sus hombres; quienes seguían protestando, las armas siendo ya de uso para estar al mismo nivel que los fieles a Petrogrado. Los "Guardias Rojos", como les apodaba Rusia, servían para defender a la ciudad de que entren enemigos y refuerzos a la capital.
—¿Y Finlandia? Ya no debe de tardar.
Cuestionó, realmente deseaba tomarse un descanso de esas criaturas... No podía dejarlas al tanto de cualquier servidor, algún atentado sería catastrófico; uno nunca sabe quién estaría dispuesto a traicionar, Estonia y Letonia debían permanecer sanas y salvas, con mayor sentido ahora que eran indefensas.
—Me temo que debe permanecer en territorio ruso un tiempo más, indefinidamente, hasta que Petrogrado deje de desconfiar en su coartada. Y para ver el desastre de cerca y culparlo a usted de la situación.
Debido a la fuga de Rossiya, Petrogrado estaba dispuesto a encontrar a la rata traicionera, y elevó sospechas contra Finlandia.
—Camarada, lo acusan a usted de ser un espía alemán...
Añadió Pyotr decepcionado por semejantes lenguas malas. Rusia permaneció callado unos cortos instantes; no era un espía, pero tuvo que sacrificar algunas cosas para asegurar su victoria en la revolución; poniendo de lado su situación actual, los sucesos iban mayormente a su favor, no podía negarlo. Al mismo tiempo, no sabía exactamente en qué más aparte de los fondos estaban ayudando los malditos alemanes.
—Prefiero hacerme un agujero en la cabeza que unirme a esos bastardos.
—Hablando de nuestros enemigos... ¿ya está al tanto de las noticias?
Rusia miró con curiosidad hacia su camarada, ladeando la cabeza.
—Net, ¿qué ha pasado?
Los objetos a la mano salían volando como balas dirigidas hacia un objetivo claro y detestado. El Reino de Hungría enloqueció en cuanto se percató de la presencia de un demonio en su territorio.
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Lieber Edelweiß | Countryhumans
FanficLa flor de Edelweiß vive escondida en los helados Alpes. Una bella flor blanca de apariencia frágil. Pero cuidado, porque ese espejismo oculta lo resistente que es, lo reservada que es... lo solitaria que es en la brillante nieve... como si no quisi...