El plan de los Riddle

2- La escapada

POV DRACO

Morgan lleva una semana con nosotros y todo ha sido una completa locura. Nunca se me pasó por la cabeza la idea de que iba a ser obligado a cuidar a una chica que por mucho debe de ser uno o dos años más pequeña que nosotros, la cual por cierto siempre consigue de una u otra forma sacarme de mis casillas en menos de 5 minutos.

— ¿Están de acuerdo que ya pasó una semana desde que secuestramos a Morgan? —Aidan habló llamando la atención de todos en la sala.

— Si —respondimos todos a coro.

— ¿Cuál es el problema? —preguntó Mike alzando la vista de su revista para mirarlo fijamente.

— El problema es que nos comprometimos a entrenarla —nos recordó Aidan.

— ¿Y? —preguntó Gilbert sentándose a mí lado.

— Lo hemos estado haciendo —le recordé y chasqueó la lengua.

— Pero no está sirviendo de nada —se quedó Aidan con cansancio— ¡Cada vez lo hace peor!

Nunca pensé que eso podía llegar a ser posible, pero Aidan tenía razón, no importaba lo mucho que nosotros nos esforzábamos para conseguir que Morgan aprendiera algo, ella en vez de mejorar, cada vez lo hacía peor.

— Les recuerdo que yo les advertí que esto sería una pérdida de tiempo, pero nadie quiso escucharme —comentó Tom de manera sonriente por tener la razón.

— Tenemos que hacer algo antes de que su padre venga a ver su progreso —declaró Gilbert inquieto.

— ¿Hacer qué? No hay forma de lograr que Morgan pueda hacer algo bien —recalcó Mike y le di la razón.

En esta semana nos ha demostrado que no es buena haciendo hechizos, porque siempre cambia las palabras, tampoco es buena combatiendo, ni mucho menos puede defenderse sola, es más, cada vez creo con más seguridad que jamás había hecho algún tipo de ejercicio en su vida.

— Lo único peor que toda esta situación, es que llegará... —Regulus no término de hablar porque de un momento a otro apareció Voldemort parado en frente de nosotros.

— ¡Soy yo! —nos informó sonriendo de manera forzada.

— Mierda —murmuró Gilbert.

— Estamos acabados.

— Gracias por invocarlo —le agradeció Aidan de manera sarcástica a Regulus.

— Como si mis palabras hubieran tenido algo que ver con que llegara justo ahora —replicó con fastidio Regulus.

En el momento en el que Voldemort iba abrir la boca para hablar, escuchamos una explosión venir del cuarto donde se supone que se encontraba Morgan, así que sin perder un segundo más, todos corrimos para ver qué había pasado. 

— ¿Dónde está la chica? —le preguntó Voldemort a su hijo en cuanto todos entramos a la habitación, pero este no le respondió. 

Estaba en una especie de shock, viendo directamente el hoyo en la pared. 

POV MATHEO

— ¡MATHEO!

— Yo... —la mirada de mi padre me estaba poniendo nervioso— no tengo idea de que acaba de pasar —confesé realmente confundido.

— ¿La dejaste escapar? —me preguntó Tom seriamente.

— ¡POR SUPUESTO QUE NO!

— Entonces ¿Qué fue lo que pasó? —me preguntó mi padre, cruzándose de brazos esperando una explicación.