44- La profecía

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Había pasado un mes desde que recupere el diario de Tom y no se si fue por eso, o por otra cosa, pero la relación que tenía con esos 7 chicos cada vez mejoraba más, bueno sin contar a Matheo, porque con él, la situación era muy distinta y en vez de llevarnos mejor, a cada rato nos la pasábamos peleando al grado de que a cada rato se formaba una tensión tan grande que otras personas tenían que intervenir para que no nos matáramos. 

También me esforcé demasiado para hacer buenas acciones y poco a poco me empecé a llevar mejor con Harry y por ende ya casi tengo toda su confianza.

— Miren esto —llego corriendo Luna.

— ¿Qué es eso? —pregunto Ron.

— Un libro Ron ¿Acaso nunca has visto uno? —le pregunto Her y al instante mordí mi lengua para evitar reír.

— Este no es cualquier libro —hablo Luna emocionada— este libro predice el futuro —hizo una pausa— Las profecías que mencionan ese libro siempre son ciertas.

— ¿Y que dicen está vez? —le pregunte curiosa.

— En el año de los gemelos iniciara el mayor show de la historia. El sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre. El amor de muchos se enfriará y la reina roja surgirá de la oscuridad. Se levantará nación contra nación y comenzara el verdadero temor. La heredera establecerá su reino entre la oscuridad  y cuando se cumplan los 90 días, con el poder y la fuerza de sus 7 caballeros negros convertirá en polvo al más poderoso. La sangre se evaporará y el equilibrio regresará. 

— ¿Qué rayos significa eso? —preguntó Ron arrugando la nariz. 

Apuesto que no ha entendido ni la mitad de ese párrafo.

— ¿El más poderoso? —pregunté.

— Voldemort —habló Her segura de su respuesta.

— ¿Y quién es la reina roja? —pregunto Harry.

— Debe de ser alguien con el poder de acabar con él —habló Luna mientras me miraba.

— Creía que como Harry era el elegido, el era el único que podía acabar con Voldemort —habló Ron confundido.

— Al parecer existe alguien más.

Compadezco a la mujer (alias la "Reina roja") que tenga que enfrentarse al pelón.

[....]

Estaba en mi cuarto tranquila, cuando todos entraron como si estuvieran en su casa. 

— ¿Algún día tocaran la puerta? —pregunte frunciendo el ceño.

— ¿Por qué lo haríamos ?  —me pregunto Gilbert sentándose en la cama.

— Porque así me evitarían un momento vergonzoso. 

— ¿Qué tendría de ver...

— Podría estar teniendo intimidad con alguien —les informé cruzándome de brazos.

— Con mayor razón vamos a seguir abriendo la puerta de este modo —me informó Regulus, regalándome una sonrisa —así que mi recomendación es que no tengas intimidad con nadie.

— Al menos de que quieras que los interrumpamos —me dijo Mike sonriéndome falsamente.

— Bien —gruñí —pero ¿Qué tal que me estoy cambiando?

— No nos molestaría verte en rompa interior nuevamente —me sonrió inocentemente Draco.  

— O sin nada de ropa —murmuro Matheo y los mire con asco.

— Todos son unos idiotas —gruñí mientras sentía como el calor subía hasta mis mejillas.

— ¿Te estás poniendo roja? —me preguntó divertido Gilbert.

— No es verdad —mentí.

— ¿Para que nos llamabas? —preguntó Tom cambiando de tema.

— ¿Creen en las profecías? —pregunte.

— No —respondieron a coro.

— ¿Por qué?  —me preguntó curioso Mike.

— Luna encontró una profecía bastante extraña —respondí y todas las miradas se pusieron en mi de nuevo.

— ¿Qué decía la profecía?

— "En el año de los gemelos iniciara el mayor show de la historia. El sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre. El amor de muchos se enfriará y la reina roja surgirá de la oscuridad. Se levantará nación contra nación y comenzara el verdadero temor. La heredera establecerá su reino entre la oscuridad y cuando se cumplan los 90 días, con el poder y la fuerza de sus 7 caballeros negros convertirá en polvo al más poderoso. La sangre se evaporará y el equilibrio regresará." — hice una pausa— ¿Qué tan probable es que sea cierto? —pregunte.

— Muy poco probable — me respondió Gilbert tranquilamente.

— Esas son tonterías, no existe nada en el mundo que tenga más poder que nuestro padre. 

— ¿Qué hay de Harry?

— Potter no es más poderoso que nuestro padre —me aseguró Matheo indiferente.

— Pero ...

Deje de hablar cuando la puerta se abrió de golpe. 

— ¿Estás li... —Pansy dejo las palabras en el aire—  oh, lo siento. No sabía que tenías compañía.

— No te preocupes, ellos ya se iban —mire a los chicos. 

— En realidad nosotros estamos bastante bien aquí —me informó Aidan.

— ¿Por qué a ella no le dices nada por abrir la puerta sin tocar? —pregunto como niño chiquito Mike.

— Porque Pansy es mi amiga y puede entrar cuando se le de la gana.

— ¿Estás diciendo que nosotros no somos tus amigos? —me pregunto Draco sonriendo levemente.

— Lo que quiero decir es que... —mordí mi labio nerviosa mientras todos me miraban esperando a que continuara— ¿Qué necesitas Pansy? —le pregunté intentando cambiar el tema.

— Quería ver si estabas lista —me dijo. 

— ¿Lista para que? —pregunto Regulus. 

— Para la fiesta —le respondí y luego mire a Pansy— y si, ya estoy lista. 

— ¿La fiesta de Gryffindor? —pregunto desconcertado Matheo.

— Si. 

— Más vale que tú no ...

— Los veo mañana —interrumpí a Matheo mientras cerraba la puerta de mi cuarto, dejando a los 7 del otro lado.

 [...]

Tal vez venir a está fiesta no fue una de las mejores ideas que he tenido, pero aquí estoy, ya no hay vuelta atrás y lo único que me queda por hacer es divertirme. 

— Te traje un trago —me dijo Harry sentándose a lado mío.

— Gra...

— No creo que sea muy buena idea esa —me interrumpió Her quitándome el vaso de las manos.

— ¿Por qué no? —la mire mal.

— Porque te estas tomando los tragos como si fueran agua —me dijo regresando a su lugar.

— ¿Y cual es el problema? —le pregunte elevando una ceja— me estoy divirtiendo y me parece que tu deberías de hacer lo mismo. 

— Ya te dije que para divertirte no necesitas alcohol.

— Y yo también te dije que deberías de quitar de tu vocabulario las frases de mamá —le quite mi vaso de las manos— por una vez en tu vida deberías dejarte llevar y te prometo que te encantara el resultado.

Dicho eso, tomé la mano de Harry y nos levantamos del sillón.

— Vamos a bailar. 


El plan de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora