28- No pueden estar juntos

1.5K 79 5
                                    

Por alguna razón que aun no termino de entender, este chico me genera tantos sentimientos, pero creo que ninguno lo había sentido tan potente como ahorita, porque si que es verdad que en el pasado ya me habían gustado muchos chicos, de los cuales con casi todos había sentido una conexión o atracción en su momento, pero creo que con ninguno me había enamorado como tal. Recuerdo que una vez le pregunte a Freya que era "estar enamorada" y me había dicho que cuando realmente lo estuviera, lo iba a saber, así que podría intuir que tal vez está ocasión fuera la buena. Matheo Riddle llego a mi vida de la peor manera posible, pero aun con eso, ha logrado cambiar muchas cosas. 

Si en algún momento tuviera que explicarle a alguien lo que tenemos, definitivamente no podría explicárselo, porque ni siquiera yo lo terminaba de entender aun, pero lo que si se, es que con una sola mirada de su parte, hace que mi corazón se acelere, con sus abrazos me hace sentir en casa, como si todo lo demás no importara, logra hacer que  todo a mi alrededor desaparezca y solo seamos él y yo. Es como si de algún modo me hipnotizara.

—  Llegaste —su voz me hizo regresar a la realidad.

Matheo se encontraba enfrente de mi, sus ojos brillaban y tenía una sonrisa genuina en la cara. Tenerlo tan cerca de mi, hacia que en lo único en lo que pensara fuera en  besarlo, pero tenía que mantener mi autocontrol, no quería que supiera que moría por sentir sus labios sobre los míos. 

Como si pudiera leer mi mente corto la distancia que nos separaba y me beso, para este momento siento que estoy flotando y no puedo controlarlo. Luego de unos segundos Matheo detuvo el beso, tomó mi cara entre sus manos, como si fuera la cosa más delicada del mundo y pego su frente contra la mía. 

Cerro los ojos y murmuró— En verdad me gustas.

—  Tu también me gustas —abrió sus ojos y se separo unos centímetros de mi.

— ¿Qué me hiciste? —lo mire con una ceja alzada.

— ¿Qué te hice? —pregunte desconcertada.

 —  Si, estoy loco por ti.

—  ¿En verdad?

—  Si  —me abrazó 

—  Eres de otro mundo, una dimensión distinta —susurre contra su pecho.

—  Te quiero Morgan —susurro dándome un beso en la frente. 

—  Yo también te quiero —sonrió— pero sabes que es lo que más quiero en este momento.

—  ¿Qué cosa?

—  Quiero que me beses.

Matheo sonrió y lentamente se acerco para juntar nuestros labios. Al principio era un beso tierno y lento,  pero poco a poco se convirtió en uno apasionado y desesperado. Puso sus manos en mi cintura atrayéndome más a él y por mi parte coloque mis manos en su cabello. Matheo se separo de mi por unos segundos, mientras que se quitaba su chamarra, para cuando se la quito de nuevo me tomó de la cintura y me volvió a besar.

—  ¡POR MERLIN! —el gritó de Tom nos hizo separarnos.

—  Esto debe de ser una maldita broma —gruño Matheo frustrado. 

— ¿Acaso ustedes dos pensaba tener sexo en este bosque? —preguntó Tom con una mueca muy exagerada y abrí mis ojos como platos.

—  NO.

— Mierda Tom —gruño de nuevo Matheo— solo nos besábamos.

—  No parecía que fuera un simple beso —alzo una ceja mientras sonreía de lado. 

— Tom  —chille cubriendo mi cara con mis manos.

—  Si solo se besaban... porque Matheo se estaba desvistiendo. 

El plan de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora