Todos nos miraban y no los podía culpar, porque no era normal que Tom interviniera en algo, como lo estaba haciendo en este momento y mucho menos era recurrente que me sacara cargando en contra de mi voluntad.
— Bájame en este preciso instante Riddle —le ordené molesta cuando ya estábamos en el pasillo.
Tom me ignoro y no me bajo hasta que llegamos a un salón vació.
— No vuelvas hacer eso o te juro que ... —no pude terminar mi frase, porque la puerta del salón se abrió de golpe y Matheo entro molestó.
— ¿Por qué hiciste eso? —se puso enfrente de mi, esperando una explicación, pero la que necesitaba una explicación era yo.
— Por tú escenita con esa chica —le informé y el me miro mal.
Que digo mal, me miro como si me quisiera matar con la mirada, pero a pesar de eso yo nunca le aparte la mirada, por lo que iniciamos una guerra.
— ¿Huelen eso? —la voz de Draco hizo que ambos desviáramos la mirada, para verlo mal a él. Draco sonreía de oreja a oreja y podía notar la burla en sus ojos.
Cuando volví a mirar a Matheo, él ya no se veía tan molesto, al contrario, estaba más relajado y con una leve sonrisa en la comisura de sus labios.
— Yo si lo huelo —comentó Matheo, haciéndole segunda a Draco, mientas me miraba directamente a los ojos—. Huele a celos —comentó con una pisca de diversión en su voz.
— Estoy más que segura que tú hubieras hecho lo mismo —le asegure mientras ponía todo mi peso sobre mi pierna izquierda.
— No es para tanto —habló Aidan intentando mantener el orden.
— Solo se está divirtiendo Morgan, no tenías por que ponerte así —Tom intento salvar a su hermano, pero eso solo me hizo enojar más.
— Por supuesto —gruñí.
— No deberías de darle mucha importancia a esto —me dijo Matheo y sonreí con incredulidad.
— ¿Crees que estoy exagerando? —le pregunte alzando una ceja.
— Si.
— Por que solo te estas divirtiendo, ¿no? —Matheo asintió muchas veces.
— Justamente por eso.
— De acuerdo —chasque la lengua— entonces es mi turno de divertirme —sonreí maliciosamente y me gire, estaba decidida a salir del salón, pero Matheo se interpuso en mi camino.
— ¿Es tu turno de divertirte? —me preguntó como si tuviera la necesidad de volverlo a escuchar.
— Si, es mi turno de divertirme —repetí— porque nosotros somos "amigos" ¿no? —ninguno pudo evitar soltar el "ohhhhh", mientras que Matheo volvía a mirarme con enojo— como únicamente yo soy tu "amiguita", puedo hacer lo que quiera para divertirme.
— Ni lo pienses —me advirtió muy molestó.
— ¿O qué? —lo reté.
— O te arrepentirás —me aseguro y solté una carcajada.
— ¿Crees que tu amenaza me va a detener? —le pregunté hacinado un puchero— No te tengo miedo —le informé de nuevo, mirándolo a los ojos.
— Entonces hazlo —soltó de una.
— ¿Que? —pregunte desconcertada.
Creí que esta discusión duraría mucho más tiempo y él sería el que terminaría enojado y molesto, no tranquilo y relajado, como estaba en este preciso instante.
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El plan de los Riddle
Fiksi PenggemarEl señor tenebroso decide llevar acabo su plan para deshacerse de un adolescente, un adolescente que no es como los demás, ya que el es el único en el mundo que tiene el poder, la magia y la fuerza para derrotarlo de una vez por todas. Esta histori...