57- Descontrol

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POV MORGAN

Me sentía muy rara, todo en mi cuerpo temblaba, moría de sed y tenía tantas ganas de hacer que el pelón pagara por todo lo que me ha hecho desde que lo conozco, que ni siquiera me preocupe por medir la fuerza que tenía. 

Al alzar la cara, mi atención cambio del pelón, hacia Matheo, debido a que podía escuchar los latidos de su corazón, el cual estaba muy acelerado. Con más lentitud y al mismo tiempo intentando mantener la calma, me acerqué a él. Le regale una leve sonrisa y él me sonrió mostrándome sus dientes. 

— ¿Estás bien? 

— Eso creo... —mentí y lo abracé con cuidado, para no lastimarlo— pero tengo mucha sed —le informé escondiendo mi cabeza en su cuello, lo cual fue una mala idea, porque al hacer eso me percate de lo bien que olía. 

Cerré los ojos y  disfrute de su aroma. Quien imaginaria que el olor que desprendería, me haría muy difícil controlarme, tenía tantas ganas de morderlo, que me dolía la mandíbula de hacer presión para que los colmillos no salieran. 

<< Dale una leve mordida, solo para probarlo, seguro que eso no lo va a lastimar>> 

Claro, puedo controlarme y no lo lastimaría.

<< Por supuesto, solo tienes que ...>>

Ni siquiera pude terminar de escuchar lo que mi conciencia me decía, porque me lanzaron otro hechizo que me hizo regresar a la realidad, por lo que me aleje por completo de Matheo, para no lastimarlo.

— ¿Ibas a morderlo? —me cuestionó Gilbert y Matheo me miro muy confundido, pero no respondí nada, porque cuando quise hablar, empecé a sentir como mi labio inferior temblaba y la necesidad de morder a quien fuera, para quitarme la sensación de que me estaba secando por completo, me empezaban a nublar el juicio, así que aprete mis puños con fuerza para intentar mantener el control.

— Tienes que beber algo para completar la transición —me informó el pelón con una gran sonrisa—. Y ya se a donde vamos a ir para que te alimentes.

[...]

De un momento a otro, aparecimos enfrente de un portón negro. 

— Elige  a quien quieras  —Voldemort abrió la puerta de la bodega y el olor a alcohol fue lo primero que llego a mis fosas nasales. Estábamos en una fiesta Muggle, donde las personas bailaban, tomaban y se drogaban sin parar, mientras disfrutaban de la música y de la compañía—  y disfrútalo.

— ¡Debes de estar bromeando! —chilló Matheo.

— Tiene que completar la transición o de lo contrario morirá —el pelón se giro hacia mi— así que te recomiendo que elijas antes de que sea tarde. 

— Es que hay tantos chicos aquí —murmure dando un paso al frente— que no se por donde comenzar  —comenté mientras pasaba mi lengua por mis labios, escaneando con la mirada a todos en la fiesta.

— Tal vez deberías ...

No espere a que Regulus terminara de hablar y me acerqué al primer Muggle que vi, el cual estaba bailando muy animadamente con otros dos chicos y todos parecían estar bajo los objetos de alguna sustancia. 

<< Esto va a ser divertido>>

Nunca se me paso por la cabeza, que a la hora de beber la sangre de alguien, me sentiría tan bien y llena de vida, como si jamás hubiera muerto, pero todo eso cambio cuando mordí al primer chico. Sentía que mi cuerpo iba a explotar de todas las nuevas sensaciones que estaba experimentando y no quería dejar de sentirme de ese modo jamás.

El plan de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora