El plan de los Riddle

49- Concéntrate en mi

(MARATON 5/5)

La llama en mi interior en vez de apagarse, se intensificaba cada vez más y no estaba logrando controlarla. No se bien como describir lo que mi cuerpo esta sintiendo en este momento, pero no voy a negar el hecho de que me estaba encantando esta sensación, así que deje de reprimirlo y lo deje salir.

Dirigí mi vista hacía Nott y el chico primero me miro desconcertado y luego dio unos pasos para atrás, sonreí de oreja a oreja cuando vi que intentaba ocultar el terror de su cara. Di un paso hacía Nott y él volvió a retroceder.

— ¿Qué fue lo que me dijiste?  —le pregunte haciendo un puchero y lo vi pasar su saliva con dificultad— "No te tengo miedo" —imité su voz y me reí amargamente— ¿Aun piensas lo mismo? —le pregunte divertida y él abrió su boca para responder, pero no tuvo tiempo de hacerlo, porque alguien más se interpuso entre los dos.

— No hagas esto —me ordenó y volví a soltar otra risita sin despegar la vista de Theodore.

¿Por qué todos se creen con el derecho de darme ordenes?

— Quiero hacerlo —le informé sin mirarlo— quiero que pague por lo que le hizo a Regi.

— Sabes perfectamente que está no es la manera, así que calmarte —me pidió con un poco de inquietud en su voz. 

— Ya es tarde para eso, no puedo detenerlo. 

— Puedes hacerlo —me aseguró y negué.

— No, no puedo —repetí y empecé a sentir una presión en mi pecho.

— Si puedes —aseguro y se acerco a mi. Tomo mi barbilla con una de sus manos y levanto mi cara, obligándome a mirarlo a los ojos. Por alguna razón sentí un poco de tranquilidad en mi interior y al verlo, sentí que esta no era la primera vez que estábamos así de cerca los dos—. Solo concéntrate en mi —aprete mis puños con fuerza, pero era inútil, sabía que en cualquier momento el fuego que estaba deteniendo iba a salir. 

— No esta funcionando. 

— Cierra los ojos, concéntrate en mi voz y respira —Matheo soltó mi barbilla y coloco su mano en mi corazón, hice lo que me dijo y cerré los ojos—. Te prometo que todo saldrá bien, no voy a dejar que pierdas el control. Siempre voy a estar para ayudarte. Todo estará bien —poco a poco el fuego en mi interior empezó a apagar y mi respiración volvió a la normalidad. Abrí los ojos y lo miré, se vía mucho más relajado—.  Te lo dije, todo iba a estar bien.

— Gracias —sonreí levemente y la comisura de su labio se elevo levemente, en una pequeña sonrisa.

No sabía como es que había logrado calmarme, pero verdaderamente se lo agradecía y por primera vez en mucho tiempo, me volví a sentir segura.  

Por un segundo, al verlo a los ojos, no vi al mismo chico arrogante, grosero y sin sentimientos con el que había convivido los últimos meses, sino que vi a un chico dulce y preocupado por mi. 

<< ¡ESTÁS HABLANDO DE MATHEO RIDDLE >> 

<< Ese chico no tiene nada de dulce en su interior, es más, hasta dudo que si quiera conozca esa palabra>>

El ruido de una charola contra el suelo hizo que regresara a la realidad, antes de que pudiera empezar a discutir con mi conciencia. Ambos nos separamos completamente y cuando estaba a una distancia bastante considerable, lo mire, Matheo me sonrió y luego se dirigió hacía Theodore. Le dijo algo que no alcancé a escuchar y después salió del comedor, sin decir ninguna otra cosa.