89- Cielo

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POV MATHEO

Estaba buscando con la mirada a mi hermano, cuando apareció mi padre en mi campo de visión, junto con un grupo de chicos que estaban inmovilizados, los colocó a todos en un círculo y con una mano nos hizo una señal para que nos acerquemos a él.

— Acaben con todos —nos ordeno, refiriéndose a los niños que estaban en el círculo.

— No vamos a seguir con esto —le informe con severidad.

— No están en posición de elegir —me lanzo una mirada amenazante para que me callara.

— ¡Acabamos de perder a Mike y Gilbert y a ti no importa! —grito Draco dolido.

— No vamos a seguir —asegure y todos me dieron la razón.

— Ustedes harán lo que yo ordene —aseguro y nos negamos rotundamente— o de lo contrario matare a uno de ustedes —rápidamente le apunto a Regulus con su varita y él dio un paso hacia enfrente.

— Adelante —habló Regulus y lo jale del brazo.

— ¿Qué crees que haces? —le pregunte histérico— este no es el momento para que seas valiente.

— No quiero seguir viviendo así, prefiero morir, antes de seguir cumpliendo sus órdenes —se zafo de mi agarre y volvió a dar otros dos pasos hacia mi padre.

— Regulus —gruñí, pero me ignoró.

— Hazlo.

Joder.

Este chico es igual de suicida que Morgan.

Voldemort sonrió de lado y el estómago se me revolvió.

— Avada...

— ¡NO! —la voz de Morgan sobresalto a nuestro padre.

¡Por fin!

Sentí ganas de correr a abrazarla, porque sentía un gran alivio de que estuviera bien, pero debió a las circunstancias, preferí quedarme en donde estaba para evitar complicar más las cosas.

Y pensándolo mejor, no se si me alegra o me aterra que ella este de vuelta.

POV MORGAN

— ¡YA BASTA! —ordené con severidad al ver que el pelón le seguía apuntando a Regulus.

— Te tardaste en llegar —Voldemort llegó hasta mí en dos zancadas— ¿no lo crees, hija? — hizo énfasis en esa última palabra, mientras ponía su mano fría en mi cara y de golpe me separé de él— ¿Te unirás a nosotros?

— No —respondí firme y me sonrió cínicamente.

Antes de que le pudiera decir algo más, él chasqueo sus dedos y todos se le fueron encima a Matheo. 

— ¡QUE LES PASA! —chille, pero ninguno me hizo caso— ¡DETENGANSE! 

—  Ni siquiera te esfuerces en intentar detenerlos, porque ellos solo me obedecen a mi. 

— Entonces detenlos —ordené.

— ¿Te unirás a mi?

— NO.

El pelón le hizo una señal a dos Mortífagos y estos inmediatamente se acercaron a mi y me tomaron de los brazos. 

— Disfruta del espectáculo. 

De un momento a otro, Tom le dio un golpe en la cara a Matheo, lo que provocó que cayera al suelo e inmediatamente ahogue un grito. Intente zafarme del agarre de los hombres, pero no conseguí nada, más que moverlos un poco.

El plan de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora