El plan de los Riddle

62- ¿Vas a jugar esa carta?

POV MORGAN

Estaba tan enojada y al mismo tiempo dolida, que mi juicio en este momento definitivamente no era el mejor, Matheo estaba cruzando la línea y no parecía ni una pizca de arrepentido de todo lo que estaba haciendo, por lo tanto estaba decidida, en hacer exactamente lo mismo, para ver si le agradaba ver que no era el único que podía jugar de ese modo. 

Estaba a nada de llegar al baño con Nott, cuando Regulus nos interceptó.

 — ¿En verdad vas a jugar esa carta? —me preguntó recargado sobre la puerta del baño.

— Si —creo que nunca en mi vida había estado tan decida en hacer algo como en este momento.

— No creí que fueras a llegar tan lejos como para utilizarla —me miro entrecerrando los ojos. 

— Y estaba dispuesta en no hacerlo, hasta que vi eso —señale a Cho y a Matheo.

— Si sigues con esto, vas a desatar la tercera guerra mundial.

— Estoy muy consiente de ello, pero Matheo inició todo esto, así que tengo que ser yo la que lo termine. 

Quite a Regulus de la puerta y entre al baño con Nott. 

POV MATHEO

De un momento a otro perdí de vista a Morgan y para cuando la volví a encontrar estaba con Nott en la barra. La sangre inmediatamente hirvió en mi interior, pero no le iba a dar la satisfacción de verme celoso y mucho menos iba a ser yo el que terminara con esto o de menos eso era lo que creía al inicio, hasta que vi que ella lo tomaba de la mano y ambos se alejaban de los demás.  La gota que derramo el vaso, fue ver que ambos iban al baño, estaba seguro de que Morgan no haría nada con él, más que ponerme celoso, pero no confió en Nott. 

<<Puedes intentar voltearle la jugada a Morgan si consigues que Cho te acompañe al baño>>

— Vamos.

— ¿A donde?— me pregunto confundida.

— A un lugar más privado — la cara de Cho se ilumino por completo y por un segundo me sentí mal por ella, porque solo la estaba utilizando para molestar a Morgan. 

Al llegar al pasillo que estaba afuera del baño, me recargue en la pared y estaba dispuesto a iniciar con mi plan, pero Cho empezó a hablar antes de tiempo.

—  Ya que estamos solos —hizo una pausa—  ¿te puedo confesar algo?

— Si. 

Esto es perfecto, así no va a pensar Morgan que fue mi plan y va a parecer mucho más natural toda esta situación.

— Te deseo, mas que a nada en el mundo.

Mire a Cho sorprendido, definitivamente no me esperaba que me confesara algo así, pero bueno, no la culpo, esta claro que la mayoría de las chicas me desean, pero igual este no era el mejor momento para afirmar lo que todos ya sabíamos. 

— ¿En verdad? —me hice el tonto.

— Si y ya no puedo seguirlo escindiendo. 

<<Esto es perfecto>>

No es el momento conciencia.

— ¿Y que sugieres hacer? —le pregunte siguiéndole el rollo.

— Podríamos ir a ...

— ¡Matheo! —la voz de un chico interrumpió a Cho— te he estado buscando desde hace rato. 

— ¿Para que? —cuestione confundido. 

— Para... olvídalo, ya no lo recuerdo —dicho esto, el chico dio media vuelta y se fue por el mismo lugar por el que había llegado.