12- Plan B

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Estaba tan cansada que mis ojos se estaban cerrando involuntariamente hasta que me pareció escuchar las voces de los demás en la parte de afuera. Al parecer no fui la única en escucharlos, porque inmediatamente Matheo se levantó de la cama de un saltó.

— ¡Fuck!

— Matheo —lo llamé y dejó de ponerse el pantalón para mirarme— recuerda, ni una sola palabra de esto —me regaló una leve sonrisa para después asentir varias veces.

— Entendido.

Matheo salió rápidamente del cuarto con sus zapatos en la mano y sin playera.

¿De verdad podré aguantar sin volver a besarlo? ¿o sin volver a sentirlo?

<<No y vas a caer mucho más rápido, que lo que tardaron en quitarse la ropa>>

Joder.

A veces odiaba cuando mi conciencia tenía la razón.

POV MATHEO

Con mucho trabajo baje las escaleras casi corriendo, mientras me abrochaba el pantalón y me intentaba poner los tenis. Justo cuando me deje caer en el sillón, entraron todos.

— ¿Cómo les fue? —pregunté sin prestarle atención a la puerta.

— Bien —respondió Regulus muy animado.

— Black se ligó a una chica —dijo orgulloso Draco, mientras abrazaba a Regulus.

— Y nos regaló unas pizzas —me informó Gilbert dejando las cajas en la mesa.

— ¿Te sientes mejor? —me preguntó Mike sentándose a mi lado.

— Mucho mejor —respondí sonriendo e inevitablemente empecé a recordar lo que había pasado hace un rato con Morgan.

— ¡Matheo! —me gritó Morgan desde las escaleras.

— ¡Estoy en la sala! —le grité de vuelta.

A los segundos apareció Morgan con un libro en las manos, venía distraída así que no había alzado la cara y por ende no se había dado cuenta de que no estaba solo en la sala.

— ¿Cómo te sientes? —me preguntó aun sin mirarme.

Todos los demás me miraron esperando mi respuesta y aclare mi garganta.

— Mucho mejor —respondí un poco nervioso— ¿Cómo te sientes tú?

— No siento las piernas —confesó y abrí mucho mis ojos al escuchar eso.

— ¡¿QUE?! — chillo Regulus y Morgan levanto la vista del libro. Se quedó congelada al ver que todos estabamos en la sala y que todos la estaban mirando con el ceño fruncido.

— Mierda —murmuró mordiendo su labio inferior— todos están aquí —comentó con nerviosismo, mientras se rascaba la cabeza.

— Repite eso de nuevo —le ordenó Tom de manera intimidante.

— ¿Sabían que no hacen ruido? —comentó incomoda, ignorando la orden de mi hermano.

— Repite lo que acabas de decir —le ordenó nuevamente Tom, mientras se acercaba a ella de manera amenazante.

— Tranquilo hermano —me puse entre Tom y Morgan para detenerlo.

— Quítate de mí vista, antes de que te parta la cara.

Si hubiera un concurso de la persona más intimidante, Tom lo ganaría sin esforzarse.

— Primero relájate —le pedí con tranquilidad.

El plan de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora