81- Explotar

900 38 7
                                    

POV MATHEO

Sali del salón principal, azotando la puerta con mil emociones apunto de explotar y a la azotea, donde era mi lugar seguro hace muchos años, pero ni siquiera pude estar 30 minutos ahí, porque llego alguien a perturbar mi paz.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté sin mirarlo.

— Vine a presenciar tu muerte —me respondió Newt con tranquilidad.

— No pienso saltar —le informé irritado.

— ¿Por qué no? —pregunto con desilusión—. Si yo estuviera en tu posición definitivamente lo haría, si me dijeran que el amor de mi vida, es mi herma...

—  CIERRA LA BOCA —le ordene molesto— ¿Cómo mierda sabes eso?

En este momento estaba tan mal, que si llegaba a decir otra cosa fuera de lugar, explotaría contra él, aunque no tuviera nada que ver con todo esto, pero es que estaba al limite y no sabia como pararme, porque hace bastante tiempo que no me sucedía esto. 

—  Escuche a unos guardias hablar de eso —se encogió de hombros y regrese mi vista al frente.

— ¿Qué haces aquí? —volví a preguntar.

— Quiero saber si estas bien —parecía ser sincera su preocupación, así que suspire. 

— No, no estoy bien —respondí cortante— ahora lárgate.

Mi "ahora lárgate" en su cabeza fue interpretado como un "ven y siéntate", porque Scamander en vez de hacer lo que le pedí, se sentó a mi lado.

— Sabías que desde pequeños nos venden la farsa de que "el amor nos salvará" —me dijo tranquilamente.

— ¿Qué parte de "lárgate" no te quedo claro?

— Pero esa es una tontería —me ignoro por completo— porque solo nos vuelve estúpidos y débiles.

— ¿Por qué me estas diciendo esto? —pregunte irritado.

— Porque tienes que borrar la idea de que el amor que sientes por Morgan, va a salvarte —hizo una pausa— porque no lo hará.

— Tu no tienes ni la menor idea de ...

— ¿Ya cortaste con Morgan? —me pregunto sin cautela.

—  ¿Quién dice que vamos a cortar? —gruñí mirándolo mal.

—  ¿Seguirás con ella luego de saber la verdad? —me preguntó incrédulo.

—  Tal vez —mire de nuevo al frente— así conservaríamos la pureza en la sangre.

—  No seas idiota Riddle.

—  No la voy a dejar —aseguré.

— Tienes que hacerlo, eso sería lo correcto —analizó.

—  Yo no hago lo correcto —le recordé.

—  Lo se, pero si de verdad la amas, tendrás que hacerlo.

—  Precisamente porque la amo, no pienso dejarla.

—  ¿Entonces qué pretendes? ¿Vas a fingir que no sabes la verdad? —me volvió a presionar para que le diera una respuesta.

—  Si y mientras nadie se entere de esto, Morgan estará a salvo.

— Sabes que las cosas no funcionan así —me dijo severamente.

—  Yo voy hacer que funcionen y me encargare de llevar toda esta mierda, a la tumba.

El plan de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora