6: Los matorrales.

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Al salir con el alba de su casa en las afueras de la cuidad Yibo realmente tenía mucho en que pensar y como es que les tendría que explicar que el no era de el todo conciente de lo que estaba pasando.
Al llegar a la gasolinera desmontó su moto y se quitó el casco para cargar combustible, al sentir la brisa fresca pronto sintió como los diminutos bellos de su piel se le erizaron.

" ¡Rayos! Debí traer una franela debajo"

El cielo ya pintaba un lindo color naranja cuando pudo notar aquel movimiento entre los arbustos, Yibo siempre fue una persona curiosa y este movimiento le causó mucha curiosidad.

-- ¡ Oye bro! -- grito al encargado.-- ¿Te la encargó ?

Le señalo la moto, el chico asintió de modo tranquilo mientras vigilaba la manguera de el combustible.
Sin dejar de mirar los matorrales Yibo camino, hasta que un olor a perro mojado lo detuvo en seco, y está sensación volvió a el, sus ojos se tornaron color jade, y el miedo de convertirse frente a el chico de la gasolinera llegó a el.

Sabía que no podía evitarlo, no sabía como así que corrió hasta los matorrales y tras ellos se encontraba una pendiente a la cual callo, la sensación era como estar ebrio, sabes que eres tú pero de alguna manera tu cuerpo se siente como si fuera el de un extraño.

Podía sentir su cuerpo diferente y como su andar era en cuarto patas, y todo lucía extraño pero igual, su vicion próxima era borrosa y en cámara lenta, y su vicion lejana era detallada.
Es cuando tras unas pierdas pudo oler a un perro, esto le causó furia y mucha.

Se lanzó tras el completamente furioso, y a pesar de que el mismo se recriminó por estár haciendo esto, no pudo detener sus propios instintos.
Hasta que finalmente pudo darle alcance,  y efectivamente era un gran lobo café con una línea de pelo negro en la columna.

Sin pensarlo cayó sobre el mordiendo su cuello, esto hizo que ambos lobos se deslizaran pendiente a abajo, y continuaron su batalla mientras rodaban, solamente un gran roble pudo detener su caída,

(.....) Un chirrido salió de la garganta de el lobo gaspeado.

El golpe fue recibido de lleno por Yibo contra el árbol, aún así se puso en pie y la furia se veía en sus ojos, estaba dispuesto a luchar por su territorio.

-- baya así que el neofito tiene carácter.-- este gran lobo café se convirtió en un hombre grande y fornido.

(...) Yibo se sorprendió pero aún así no bajo la guardia, por el contrario, mostró los dientes.

-- vamos muéstrame como luces puedo ver que eres nuevo, mi nombre es Yunbin, Y tengo un clan que te recibirá con gusto, nosotros te cuidaremos. -- sonríe.

Pero Yibo no está muy convencido de esto y ladra casi para tirarle la mordida a la mano extendida de esta persona.
Se abalanza sobre está persona y nuevamente comienzan a pelear con Yunbin ya convertido en aquel gran lobo café.

Tras un rato de esta encarnizada batalla Yibo no está ni mínimamente cansado, y al parecer aquel lobo café tampoco.

Pero pronto un silvido fino hizo que ambos dejarán su lucha, al girarse pudieron ver a ZiTeng y Haikuan de pie muy cerca de ellos, y era clara la molestia de ZiTeng.

-- esto no fue mi culpa jefe el..... -- Yunbin estaba claramente asustado. -- el neofito me atacó primero.

Al ver a estas dos personas Yibo tubo la confianza de volver a su forma normal.

Simplemente se limito a hacer una reverencia sabía muy bien que ya estaba perdido y no había manera de echar para atrás lo que había echo.

-- Yunbin, la ignorancia te ha salvado está vez.-- comienza a ablar ZiTeng muy calmado.

BenandatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora