49: Un par de corazones que no sangra.

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Desde sus tiempos de entrenamiento HaoXuang nunca le tuvo miedo a nada y mucho menos cuando se trataba de proteger lo más valioso en su vida.
Y por eso es que no era de extrañar que tras escuchar el canto de la sirena saliera a toda prisa rumbo a el bosque húmedo buscando el origen de aquel sonido aterrador, y aquella bestia mítica al darse cuenta que no tenía efecto su cantar cambio de ritmo hacía uno mucho más agresivo.

-- ¡basta! Criatura de el infierno.-- grito HaoXuang mientras le bloqueaba el paso.

Después se convirtió en aquel lobo negro asavache y le callo encima.
A unos metros tras el se encontraba Jiyang convertido en ese hermoso lobo color beige completamente furioso y mostrando sus grandes colmillos.

-- ¿así que no funciona? -- río ella al descubrirse indefensa. -- ¿enserio atacarán a una dama indefensa? -- se mostró en su figura humana.

Jiyang se congelo por un momento, pero HaoXuang sonrío internamente, este Benandatti tenía un lado sádico y siniestro que solo Jiyang conocía.

Pero la sirena entonó el grisy signus con gran destreza y este lado sádico de HaoXuang se activo y dio la vuelta para ver a Jiyang.

"Espera HaoXuang, esto es una ilusión"

Dijo atravez de la comunicación telepática. Pero a el Benandatti no le importo y salto sobre su compañero, la risa de la sirena hacía eco en todo el bosque ya que al obtener su distracción ella pudo escapar, dejando a Jiyang con el asunto de controlar a el muy enfurecido HaoXuang.

-- HaoXuang... Debés... -- decía mientras el mismo intentaba contener a su compañero.

Pero como podría cuando el mismo ya se había convertido en persona, cómo podía usaba a uno y a otro de sus doplex para contenerlo pero este se mostraba más y más enfurecido.

-- ¡Basta! -- grito el doplex más sensitivo de todos.

Tenía lágrimas en los ojos mientras este gran lobo asavache lo tenía contra un árbol.

-- por favor... -- suplicaba casi al punto de el llanto. -- no quiero morir en tus manos, pero si tengo que, lo haré con gusto. -- extendió su mano para ponerla cerca de las grandes fauces de el lobo.

Acarició un par de veces hasta que HaoXuang logro calmarse, y poco a poco fue regresando a su anterior forma.

-- lo siento... Jiyang.... Soy una mala persona. -- apoyo su cabeza contra el pecho de su compañero

-- no, claro que no... -- Jiyang acariciaba el cabello de HaoXuang. -- no lo eres por supuesto que no lo eres.

Uno y otro de los doplex se fueron uniendo a el que estaba contra aquel árbol. HaoXuang se sintió tranquilo al descubrir en los brazos de quién era que estaba. Podía ver bajo la ropa de el hombre frente a el, esa piel blanca y suave y aun que se moría por saber a qué sabía esa piel perfecta se obligó a morder sus labios.

-- ya son tres cantos debemos contenerla. -- dijo HaoXuang oculto en los brazos de su compañero.

Jiyang puso un beso en la frente de HaoXuang y después acomodo un poco su cabello.
Por un momento el tiempo se congelo en este instante, ningúno de los dos quería separarse de el otro. Pero tambien ambos temían continuar en esta dirección ya que el miedo a su propio dolor no se los permitía.

-- debemos... -- Jiyang se aclaró la garganta.-- debemos volver con Ziteng.

HaoXuang sin levantar el rostro lentamente fue soltando el agarre de las ropas de Jiyang.

-- si... Hay que volver. -- y como un pequeño recién regañado comenzó a caminar justo tras Jiyang. -- ¿Sabes porque el canto de la sirena no nos afecta? ¿Sabes porque Ziteng nos pidió a nosotros para está misión?  -- HaoXuang pregunto en tono tranquilo.

Estas preguntas estaban en el pensamiento de Jiyang y hasta cierto punto creía conocer las respuestas, después de todo conocía muy bien el don de Ziteng y aun que nunca lo había visto usandolo para controlar sus decisiones sabía muy bien que no era extraña la respuesta de estás preguntas para el viejo Benandatti.

-- no lo sé HaoXuang, talvez porque el es mucho más viejo que nosotros.

Después de esta pequeña charla ambos salieron de el bosque y esa pequeña figura humanoide ya conocida se encontraba de pie en los limites de la casa de aquel hombre.
Yiting miraba hacía el bosque con un pedazo de papel en las manos.

-- ¿estabas preocupado? -- pregunto Jiyang.

-- ¡Pero claro! Par de inconcientes si les pasa algo yo debo cuidar a Zhou-Xuan. De ninguna manera compartiré a mis padre así que no mueran. -- tras esto les entrego el mapa arrojandolo contra el pecho de Jiyang.

Por un momento la misma idea cruzo por la mente de este par de Benandatti.

-- ¿Crees que se haga más poderosa? -- pregunto Jiyang.

-- talvez pero matarla será más sencillo después de todo seríamos 5 contra uno y no habría personas.

Pronto la idea de encerrar a la sirena en el mapa plegable y después matarla dentro comenzó a parecer una buena idea.

Al entrar en la casa Xiao Zhan ya los esperaba con su rostro claramente preocupado.

-- ¿como está el maestro?-- Jiyang pregunto honestamente preocupado.

Xiao Zhan los llevo a la ventana de esta habitación donde ambos hombre se encontraban sentados uno frente al otro haciendo un poco de meditación. Con su dedo índice les pidió silencio, para después ir hasta la estancia.

-- desde que auyentaron a la sirena han estado así. -- explico Xiao Zhan mientras Yiting servía un poco de te.

-- tenemos un plan talvez funcione y si lo lo hace al menos nos dará tiempo para pensar en algo más y no causar problemas a las personas de este pueblo. -- dijo HaoXuang.

Con mucha cautela Jiyang ponía el mapa en la mesa, pero antes de poder decir algo Yiting dejó caer una serie de cubiertos y palillos de un despachador.

-- ¡Basta! ¡Papá! No quiero estar cerca de ese viejo feo, quiero golpearlo.

Aun que Xiao Zhan se sentía apenado por la escena que si tulpa estaba haciendo, el par de Benandatti se miraron con cierto recelo.
Justo en el límite de el bosque esa figura femenina se encontraba sobre un árbol, y al momento de escuchar los sonidos metálicos de los cubiertos y el chirriante sonido de el llanto de el pequeño no tuvo más opción que cubrir sus oídos. Aun que Yiting era un ser espectral encarnado, y apesar de no saber de dónde venía el peligro el instinto de proteger a su huésped lo hacía tomar este tipo de acciones que parecían un simple berrinche.

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Publicado el 04/07/22

Hola mis queridas amadas he introvertidas lectoras y chicos lindos espero que estén bien.
Muchas gracias por seguir está historia es por ustedes que la continúe.  Naaaaa la verdad es que me gusta. ❤️

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