Benandati

7: Chico bueno.

Para cuando Yibo llegó a la ciudad ya pasaban las nueve de la mañana, y ya comenzaba a se tiró un poco de ambre.
El edificio marcado con la el número 23 de la calle principal es la dirección, el simplemente sigue aquel auto. El estacionamiento está en la planta baja de el lugar.

-- toma chico. -- dice ZiTeng al entregarle un collar metálico como el de los militares. -- siempre debes traerlo es la llave de el elevador, de otro modo te quedarás fuera.

El simplemente asiente y se lo pone.
El elevador en lugar de subir baja unos cuantos pisos.

-- te llevaremos a la piedra debes hacer el juramento. -- Haikuan dice, mirando a través de el reflejo de el metal.

-- dime wang Yibo ¿eres un buen chico?-- estás palabras lo hacen recordar a aquel anciano.

-- no lo se. -- responde en tono seco. -- no se decir si lo soy o no.

Está vez no quiere responder, supone que debió no responder en aquella ocasión.
La puesta de el elevador se abre y todo se encuentra oscuro.

-- Haikuan revisa las conexiones.-- ordena el mayor.

Los ojos de Yibo se adaptan de inmediato a la falta de luz.
Haikuan simplemente asiente y se va, mientras ZiTeng camina en lina recta hasta el final de este angosto pasillo.
Pero un pequeño sonido como de patitas araña el piso con su caminar. Yibo se mantiene alerta y los bellos de su columna se le erizan, un movimiento rápido y ya están escalando los muros.

-- ¿¡que es eso!?-- la voz de Yibo cambia, tiene miedo.

Pero la temperatura de el lugar cambia, es claro hay otra persona en este lugar, no lo ve con detalle pero puede olerlo y pude sentir el calor que este cuerpo extra genera.
Un gruñido se escucha justo frente a ZiTeng.

-- ¡cuidado! -- grita Yibo empujando al mayor contra la pared.

No está pensando, solo son sus meros instintos los que reaccionan.
Es algo mucho más grande que el y le da miedo mucho miedo, sin embargo no es capaz de dar un paso a tras.
Aún con su forma humana, extiende su mano para evitar que este ser ataque a ZiTeng. Puede sentir el cuerpo de este ser cubierto de pelo y el aroma que desprende se parece mucho a el de un cadáver.
El instinto le dice que debe convertirse, pero a su juicio el espacio es muy reducido y podría lastimar a ZiTeng.

-- busque a Haikuan. -- pide Yibo con la respiración entrecortada por la fuerza que está ejerciendo para no ser dominado por este ser.

-- ¡Conviertete! -- ordena ZiTeng.

-- !no! No hay espacio, no quiero las.... Lastimar..... -- y comienza a ejercer presión haciendo hacia atrás a aquel ser.

Y entonces las luces se encienden y un gran lobo negro aparece frente a Yibo, el cual poco a poco se va convirtiendo en Haikuan, para la sorpresa de este neofito.

-- primeras dos preguntas respondidas, exitosamente. -- hace una reverencia en modo de disculpa, y sonríe.

A la mente de Yibo bien aquellas dos preguntas.

" ¿ Eres una buena persona? Y ¿ Si pudieras salvar una vida lo harías?"

Ni siquiera Yibo puede definir lo que está sintiendo en este momento, se siente traicionado, molesto, quiere golpearlo a ambos quiere volver a casa y abrazar a su novio y quiere dejar a tras esta maldita pesadilla.

Pero la curiosidad le está ganando, ya había visto a Haikuan convertirse he incluso sabía cómo olía y ese olor tan desagradable era claro que no era suyo. ¿Cómo lo había logrado?

-- debes jurar tu lealtad a la logía-- dice ZiTeng señalando una gran roca en el centro de una especie de arena.

-- lo siento señor, no voy a jurar nada. -- en la mente de Yibo solo estaba Xiao Zhan, y aquella linda sonrisa.

Sus recuerdos lo llevaron a su novio parado en la puerta de aquella hermosa casa a las afueras de la cuidad, extendiendo la mano para decir adiós y después mandando un beso, definitivamente no estaba dispuesto a dejarlo por nada de este mundo.

-- si no juras nunca serás un verdadero Benandati, ¿acaso quieres ser un hombre lobo que ronda por el bosque sin ley?.-- ZiTeng está por perder la paciencia.

Yibo no responde nada no sabe que decir, solo sabe que no lo dejara.

-- estoy arto ¡Echalo!-- grita ZiTeng.

-- maestro, el debe permanecer....-- Haikuan intenta disuadirlo pero se detiene al ver a su maestro completamente molesto.

-- vamos Yibo dejemos a ZiTeng que respire.

Ambos regresan al elevador y suben un piso donde solo con abrirse la puerta pueden oler el delicioso aroma de la comida.
Yibo no lo quiere admitir pero está salivando por el delicioso aroma.
Esto claro que es notado por Haikuan quien sonríe de forma discreta.

-- sabes estoy muy curioso por saber ¿cuál será tu don?. El maestro que te heredó el poder tuvo mucha suerte, o talvez era el destino eso no lo sabremos.

Juntos caminan hasta donde está la comida, y una señora gorda les sirve una ración doble a ambos.

-- es bastante lindo el neofito, eso debe ser un requisito. -- giña un ojo después de servir a Yibo.

El cual camina en silencio hasta las mesas, al parecer Haikuan comienza a convertirse en su traductor.

-- respondere cualquier duda que tengas, necesitas comprender muy bien por qué hacemos lo que hacemos. -- y comienza a comer.

Yibo duda un poco lo que a dicho, comienza a comer y le parece que está es la mejor comida que ha probado en su vida, cada papila gustativa explota en sensaciones al comer.

-- ¿que es éso de ser un buen chico?-- es la primera pregunta de Yibo.

-- en este mundo la línea entre los buenos y los malos cada vez se va disipando más y más, es importante que el poder sea dado a una buena persona o todo se arruinara. Los mayores tienen un grado de telepatía, y si alguien que no es bueno entra en la logía, contaminara  a los de mas.

-- ¿Cómo supieron que era yo y dónde esperarme? -- continua preguntando.

-- cuando uno de los nuestros muere el don es guardado en un recipiente con agua hasta que alguien lo bebe, y gracias a esa telepatía todos los mas ancianos lo saben, y en cuanto tú lo bebiste ellos supieron que tú lo bebiste. Fue una gran celebración. -- sonríe discretamente.

En la mente de Yibo no cabía la idea de ver a muchos ancianos incluyendo a ZiTeng bailando y cantando, y cuánto intento imaginar tal cosa esto le causó un gran escalofríos.

-- pero dime ¿Porque no quieres jurar?.-- pregunta honestamente Haikuan.

-- no lo dejaré. -- es lo único que dice Yibo.

Haikuan sabe muy bien a quien se refiere, el siempre fue un hombre dedicado a la logía y no imaginaba su vida fuera de ella, no podía creer en este amor por un ser humano, cuando el amaba a toda la especie, aún que como su maestro decía, había días en los que está especie no merecía ser salvada.