48: Solo un viejo alcohólico.

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JianMing siempre fue un hombre trabajador, y desde que volvió a su pequeño pueblo se concretó a construir la mejor casa de su vida, tenía un gran sueño, y ese era vivir con aquel amor de su infancia, juntos se habían echo la promesa de que si no lograban encontrar una buena mujer pasarían el resto de sus vidas juntos.
Naturalmente JianMing no hizo el menor esfuerzo por conseguir una mujer ya que en su esperanza estaba ofrecer un buen hogar a esta persona, pero el tiempo paso y el nunca llegó, la casa se fue haciendo más y más grande, más y más perfecta y detallada para este amor, hasta que un día después de un década este hombre por fin apareció pero tenía de su mano a un pequeño. Un pequeño de brazos que ninguno de los dos sabía cómo sacar adelante.

Con el paso de el tiempo ambos aprendieron a criarlo, su vida era relativamente buena, hasta que una hermosa mujer llegó ofreciendo sus servicios como niñera. Al principio ambos dudaron pero ya que ella solo pedía un techo si te su cabeza y un plato de comida ellos accedieron.

Por las noches a JianMing le parecía que el cuerpo de su amado era diferente, algunas veces era más pequeño y a veces al tocar su cuerpo le parecía que cierta parte en su entre pierna no estaba. Incluso llegó a sentir como si tuviera pechos.
Todo esto lo tomo como si fueran pesadillas, pero con el paso de el tiempo el comenzó a sentirse más y más cansado hasta que una noche se despertó en mitad de la noche y buscando un poco de agua escuchó unos murmullos..

-- shhht -- una voz femenina. -- no queremos que se despierte.

Todo el cuerpo de JianMing se congelo, realmente no quería saber si era que aún estaba durmiendo o en verdad el amor de su vida estaba con esa mujer.
Pero ¿Desde cuándo era burlado en su misma casa?.
Intento confrontarlos, realmente deseo salir de las sombras pero no tuvo el valor, no quería perderlo lo amaba tanto que su corazón le dolía.
Dio un par de pasos hacia atrás y su pecho comenzó a doler, y después la cabeza, y el resto de su vida fue como pequeñas ráfagas de lus en su memoria. En un momento se vio discutiendo con su amado y después se vio contrayendo matrimonio con esa mujer, tenía pocos recuerdos de aquel pequeño y como fue que lo crío, solo recuerda haberlo visto jugar unas ocasiones y otras ser regañado por esa mujer que ahora era su esposa. Incluso recuerda que tuvo un hijo con ella pero tal hijo recuerda que murió, cada vez que el deseaba librarse de esa mujer un sonido estridente le taladraba la cabeza y después se encontraba a la disposición de ella.
El día que supo que Xiao Zhan ese pequeño que era el hijo de el amor de su vida estaba enfermo de cáncer, el quiso llorar, romper cosas pero ese sentimiento se quedó atrapado dentro de si mismo, con los esa mujer lo había logrado encerrar en una prisión dentro de si mismo.
Un día se vio a si mismo tirado en el patio de su casa con la ropa sucia y el pecho y la cara cubierta de su propio vómito.

-- ¡JianMing!-- esa mujer gritaba.--  ven aqui ahora.

Su voz era extraña, casi al grado de ser ofensiva.

-- ¡Que rayos quieres mujer! -- era la primera vez en años que se atrevía a hablarle así.

Esto fue notado por JingTong, quien abrió lo boca y ese canto frágil se volvió a escuchar. JianMing arrugó un poco la cara y sintió molestia en sus tímpanos pero no más. Fue cuando ella lo tomo por el cuello y lo arrojó contra la pared.

-- así que ya no funciona. --  y comenzó a estrangular lo pero el dio un par de golpes en su estómago y ella callo en los jardines donde varios lotos estaban.

De alguna manera estás flores la ponian de malas ya que su esencia reducía mucho su poder.
JianMing sembró muchas de estas plantas en toda su casa y siempre que salía de ella debía estar totalmente alcoholizado o tenía el temor de ser atrapado por ella.
Muchas veces intento salir de este lugar y buscar a su hijo adoptivo y pedirle perdón pero siempre que llegaba a los limites está mujer lo esperaba para impedirle la salida.

....

Ahora algunos años después ese sonido que traspasaba los tímpanos se volvía a escuchar JianMing en lugar de cubrirse corrió hasta la habitación de Ziteng el cual estaba retorciéndose de dolor, si pensarlo mucho bebió el resto de la botella de licor que tenía en sus manos y después callo de rodillas frente a este extraño y cubrió sus oídos con sus manos.

-- debes resistir a la bruja. -- suplico JianMing.

-- esa maldita, es muy astuta. -- Ziteng se retorcía de dolor.

Cuando logro a ir los ojos pudo ver frente a el a este hombre alcohólico cubriendo su oídos y murmurando una extraña melodía. El mundo parecía que se había detenido Ziteng miraba aquellos ojos rojos por el dolor que se reflejaba en ellos, esto constrastaba con esos labios oscuros que se movían al ritmo de aquella musica.
Pero sus ojos se desviaron hacia los oídos de JianMing los cuales escurrían un líquido carmín que lentamente bajaba por su cuello.

-- deb..... Protégete... Yo estaré bien... -- pedía penosamente Ziteng.

Pero este hombre ebrio no hizo caso a tal petición y continuo con sus manos puestas en aquel hombre, la postura en la que estaba lo hacían casi caer, y aún así no le importaba el continuaría con esto hasta su último aliento.

La puerta se abrió y tres figuras entraron y se detuvieron en seco cuando Ziteng levanto sus manos temblorosas para cubrir los oídos contrarios, al cerrar el círculo la canción aquella canción formó una burbuja de energía poniendo a salvo a estás dos personas dentro para sorpresa de todos los espectadores.

Juntos habían creado una protección para el canto de la sirena,  si bien la mejor protección era un corazón rebosante de amor, ahora dos corazones heridos por la misma daga firmaban un escudo perfecto de dolor y empatía.

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Publicado el 20/06/22

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