Benandati

17: Terror en sus ojos.

Mientras descendían con Zou Cheng de la montaña, Yibo se cuestionaba una y otra vez el cómo podría vivir sin esa persona, pero era claro que debía hacerlo.

-- por cierto tu guarda espaldas fue muy insistentemente en venir a buscarte. Debes estar pagando muy bien. -- pregunta Yibo.

-- ¿te parece que soy alguien que necesita uno guardaespaldas?-- responde Zou Cheng en tono molesto.

-- dijo que trabajaba para tu familia y tenía porte de guardaespaldas.

-- ¿eres estúpido? Eso es para los políticos. Yo soy rico pero nunca he contratado un guardaespaldas.

Yibo se detuvo en seco, si estás personas no trabajaban para el entonces ¿Para quien lo hacían?

-- Yunbin ¿Puedes llevarlo a casa? Yo necesito ir con el.

-- estúpido ¿pusiste a mi amigo en problemas? -- lo sostuvo de la ropa.

Yunbin sabía muy bien que si permitía esto Yibo entraría en una discusión que no terminaría nada bien.

-- ve jefe Yibo yo llevaré a esta persona.

-- ¡Nada de llevaré! Yo iré con ustedes.. este imbécil es capaz de ponerlo en más problemas.

Zou Cheng ya se sentía fuerte y no tenía la intención de quedarse atrás. Por alguna razón no podía recordar por qué pasó de estar muriendo a de pronto tener la fuerza suficiente como para caminar a paso rápido.

Continuaron por una hora en dirección a la ciénaga pero los lobos se detuvieron un momento a escuchar aquel ruido chirriante de el tulpa.

-- ¿Yiting? ¿Que hacen en esa dirección?-- se pregunta Yibo.

Pronto se dan cuenta que algo no está bien, ya que ese es el camino ha la aldea y el jefe Haikuan no se atrevería a ir en esa dirección, y exponer a la manada.

-- ¿por qué se detiene?-- Zou Cheng pregunta muy molesto.

-- debemos ir hacia acá. -- responde Yibo.

Zou Cheng está por responder algo no tan agradable cuando Yunbin golpea a el humano para que esté caiga inconciente. Yibo está sorprendido.

-- ¿Que paso con el respeto y las decisiones humanas?

-- lo siento jefe, usted es el Benandati, usted es quien debe respetar esas leyes a mi ya me canso escuchar sus tonterías, y prefiero cargarlo.

Y sin ningún tipo de reparo se lo echa al hombro. Después comienzan a correr y Yunbin lleva a Zou Cheng en su espalda, realmente no tienen tiempo de dar explicaciones.

Yibo se deja guiar por el llanto de aquel tulpa, sabe muy bien que es el reflejo de las emociones de su amado, y si el está gritando, Xiao Zhan debe estar desesperado. Pero a un kilómetro de llegar a donde el llanto se escucha, comienzan a encontrar a algunos de la manada.

-- ¿que ocurre?-- pregunta Yibo.

-- un hombre trae reenes, no podemos atacar. -- responde alguien de la manada.

En ese momento Yunbin se convierte y da la indicación de que lleven a Zou Cheng a la aldea y no lo dejen salir.

-- ¿que rayos piden?-- Yibo está por perder la paciencia.

-- señor no nos podemos hacercar, tienen un tulpa, y no queremos darle más poder.

-- el tulpa es mío. -- Yibo se adelanta en decir. -- bueno de mi compañero. ¿Podemos rodearlo?

-- ya están rodeados, solo necesitamos una orden.

Pero Haikuan es mucho más experimentado en esto, y cuenta con sus visiones, y si el no se ha atrevido a atacar es por algo.
Los gritos de Yiting se continúan escuchando en todo el bosque, y los licantropos están por llegar a su límite.