capítulo 30

1.4K 178 162
                                    

¡Estúpida tú!

Capítulo 30.

Mi conciencia regresa a mi cuerpo cuando siento unos brazos rodearme por la espalda y un aliento tan caliente y suave en mi cuello.

—Nena ¿Tú qué quieres hacer? —me pregunta Álex—, ¿quieres enfrentar esto de una vez o dejar las cosas así?  

Suelto aire por mi boca.

—Lo mejor sería enfrentar las cosas de una vez, a fin de cuentas, con esto nada cambiaría.

»Solo le aclararía algo que ese tipo ya sabe de sobra, que estoy felizmente casada, enamorada de dos gruñones hermosos. Lo único que cambiaría es que el tipo ya dejaría de ser un misterio porque al fin sabremos quién es y listo, problema solucionado.

Álex me mira fijamente.

—Y si no entiende por las buenas te lo dejo a ti mi gruñón —giro sobre mi propio eje quedando frente a él—, estoy segura que tú le harás entender.

—De eso no tengas la menor duda —me mira—, ¿estás segura? 

Sé porque lo pregunta, él sabe que en el fondo tengo mis dudas y algunos temores, pero yo solo quiero salir de esta situación tan molesta de una vez.

—Segura —le respondo sin alejar mis ojos de los suyos—,¿Qué podría salir mal si tú estarás ahí conmigo?

Álex acaricia mi rostro.

—Como una sombra —agrega.

Nuestras miradas se conectan de tal manera que  por un momento olvidamos a Katia y Mateo. Recordamos que seguían ahí porque empezaron a hacer gestos exagerados.

—Por si lo olvidan seguimos aquí —Katia sacude su mano en el aire. 

—Ajá casi no son notorios —Álex rueda los ojos.  

Todos soltamos una risita.

—Bueno, ahora solo hay que esperar que el susodicho vuelva a llamar —habla Katia—, el lugar para encontrarse debe ser un sitio público, un restaurante o cafetería.

—Nosotros estaremos atentos por cualquier cosa —dice Mateo—, estaremos esperando afuera, si algo pasa tú solo grita.

Álex lo fusila con la mirada.

—Yo iré contigo —dice Álex.

Katia rueda los ojos y se pasa las manos por el cabello.

—No y no, tú te quedas con nosotros esperando —lo mira—, ¿puedes entender eso?

Álex rueda los ojos.

»Si el tipo la ve contigo no se va a acercar —Katia levanta un poco la voz y mira a Álex—, todos.

Repite esa última palabra sílaba por sílaba sin dejar de mirarlo.

—To-dos estaremos afuera esperando, ok.

Álex frunce el ceño y levanta las dos manos.

—Ok, ya entendí. 

Katia suelta una risita. Ahora solo queda esperar que el tipo vuelva a llamar y poder dejar esto atrás para continuar con nuestras vidas como si nada.

...

Álex está recargado sobre el barandal de la terraza, tiene la mirada perdida, lo rodeo con mis brazos dejando un beso en su cuello.

—¿Por qué estás tan pensativo? —le pregunto.

Gira la cabeza y me mira por un momento, antes de responder vuelve a fijar la mirada al vacío.

©¡ESTÚPIDA TÚ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora