¡Estúpida tú!
Capítulo 75.
—¿Quién te hizo eso?
Sus labios tiemblan, puedo ver miedo a través de sus bellos ojos.
—Tranquila no es lo que estás pensado —relaja la tensión de sus hombros—, tuve un pequeño incidente con el auto.
Sus sentimientos la vuelven a dominar y sin querer su preocupación vuelve.
—¿Pero estás bien?
Da un paso, pero se detiene y vuelve a retroceder.
—No fue nada.
Frunce el ceño.
—¿Cómo que no fue nada, ya viste tu rostro?
Sus bellos ojos se abruman por las lágrimas.
—Me quería estrellar con la realidad y se me fue un poco la mano.
Me mira, sé que quiere preguntar, pero el orgullo es más grande, así que finge que no le importa. Se cruza de brazos.
—Ya te puedes ir. Quiero dormir.
—¿Podemos hablar? —pido.
Me da la espalda.
—¡No quiero!
—Ok. No tienes que hablar, pero yo sí lo voy hacer. Así que tendrás que escucharme.
Me mira con el ceño fruncido.
—¡Dije que no quiero hablar, vete!
—Así es, dijiste no quiero hablar, pero no dijiste que no me querías escuchar, así que te aguantas.
Suelta un gruñido.
—¡No te quiero ver! —exclama molesta.
Me encojo de hombros sin ningún tipo de expresión.
—¡No me veas, quién te obliga, entonces no me mires o cierra los ojos!
Arruga más el ceño y se cruza de brazos, se da la vuelta y me da la espalda. Sonrío para mis adentros.
—Quiero que sepas que no voy a dejarte sola en este proceso, voy a seguir aquí así no quieras, te recuerdo que sigues siendo mi esposa, por lo tanto estaré aquí como lo prometí el día que unimos nuestras vidas y antes que digas algo, no lo hago por obligación lo hago porque me importas y se me da la gana.
Se levanta y me mira.
—Yo no quiero eso.
—¿Entonces qué es lo que quieres?
—¡Quiero el divorcio!
Paso saliva. Imaginaba que diría que algo así. La miro a los ojos y con gran seguridad respondo.
—Ok, si es lo que quieres no le veo problema.
Abre sus ojos, el gesto de su rostro se altera, estoy seguro que no esperaba esa respuesta. Me vuelve a dar la espalda y yo agrego.
»Luego nos volvemos a casar.
Se gira al tiempo que me mira con un gesto de confusión.
—Te doy gusto, las veces que te quieras divorciar lo puedes hacer, pero yo me volveré a casar contigo una y otra vez.
—¡Yo no estoy jugando! —dice molesta.
Doy un paso adelante.
—¿Quién dijo que yo estaba jugando?
Resopla furiosa. Admito que amo sacarla de quicio.
—No te quiero cerca de mí — exclama—, es que no entiendes.
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©¡ESTÚPIDA TÚ!
RomanceBilogía. Sinopsis. Estoy casada con un engreído hermoso, resultado de ese amor tenemos una mini versión de ambos. Nuestra vida es perfecta, entre dramas, locuras y berrinches, pero no todo dura eternamente. Nosotros decidimos dejar el pasado atrás...