¡Estúpida tú!
Capítulo 45.
Subimos a mi oficina a esperar a Sophia, Álex quiere llegar al fondo de todo. Yo insisto que solo fue un accidente, pero él dice que quiere estar seguro. Álex permanece con su gesto serio, está sentado en mi silla con los brazos cruzados y su cara de gruñón. Camino alrededor de mi escritorio y me siento.
—Eres un gruñón —susurro.
—Contigo hablo después, te encanta llevarme la contraria — masculla.
—Estoy enfermita —hago un puchero.
Álex rueda los ojos y yo sonrío, el sonido de la puerta nos interrumpe.
—Adelante —responde Álex.
Sophia cruza el umbral y trae una carpeta en sus manos, Mateo y Katia la siguen.
—Aquí está el nombre de la persona que hizo el reemplazo —deja la carpeta sobre el escritorio.
Álex lo recibe, abre la carpeta y empieza a revisar.
—¿Ya había trabajado antes aquí? —indaga.
—No señor, es la primera vez que hace un reemplazo —responde ella.
—¿Hay manera de contactarla? —indaga Mateo.
—Sí, de hecho mañana pasa por sus honorarios.
—Perfecto —Álex se incorpora—, mañana llego aquí muy puntual.
Nos despedimos de Sophia, no sin antes agradecerle por todo lo que hizo. Nos despedimos de Katia y Mateo, imagino lo agotados que están ambos, nos subimos al coche y cada quien a su casa. Imagino el sermón que me espera allá, Álex por llevarle la contraria, mis padres por no avisarles, ni se diga mini Álex.
…
Cruzamos el umbral de la puerta y lo primero que siento son unos brazos rodearme, mamá me escanea de pies a cabeza, acaricia mi rostro
—¿Cómo te sientes? —pregunta angustiada.
Acaricia mi rostro con ternura, tomo sus manos.
—Mamá, estoy bien. No fue grave.
—¡Estuviste hospitalizada! —alega papá mientras se acerca muy serio.
Le muestro mis perfectos dientes blancos con una sonrisa exagerada.
»Espero para la próxima no ser los últimos en enterarnos.
—Estoy de acuerdo, eso no se hace —se queja mamá.
Los abrazo al tiempo.
—No volverá a pasar, estoy bien.
Papá deja un beso en mi cabeza, me mira y luego mira a Álex.
—Estoy muy molesto con ustedes dos por no avisar.
Álex se encoge de hombros.
—Yo estaba lejos, no es mi culpa.
Levanto la mirada y me encuentro con la de Álex, sé que para él no fue un pequeño susto, sintió miedo de perderme. En ese momento escuchamos pasos, mini Álex baja las escaleras al vernos grita emocionado «Papá, mamá» cuando llega al último escalón se detiene me mira y su sonrisa se borra. Me hinco de rodillas y tiendo mis brazos para recibirlo, da dos pasos y duda en acercarse.
—¿Mamá, por qué traes la misma ropa de ayer?
Todos cruzamos miradas, se detiene a centímetros de mí, ladea la cabeza y me mira.
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©¡ESTÚPIDA TÚ!
RomanceBilogía. Sinopsis. Estoy casada con un engreído hermoso, resultado de ese amor tenemos una mini versión de ambos. Nuestra vida es perfecta, entre dramas, locuras y berrinches, pero no todo dura eternamente. Nosotros decidimos dejar el pasado atrás...