capítulo 71.

1.2K 214 372
                                    

¡Estúpida tú!

Capítulo 71.

Narrador omnisciente.

Angélica guarda el teléfono, se pasea de un lado a otro  y piensa en huir en ese preciso momento. Avanza un paso dispuesta a marcharse de ese lugar antes que todo se vuelva un caos, pero en ese momento escucha los alaridos de Raúl, se detiene y no sabe por qué razón, pero se devuelve corriendo y entra al hotel, cruza el pasillo y corre lo más rápido que puede.  Llega hasta el quinto piso y los gritos de Raúl se escuchan más claros. Se detiene frente a la puerta.

—¡Quítate! —le grita al guarura que se mantiene en la misma posición.

»¿Estás sordo? Algo pasa allá adentro.

Angélica hace el intento de entrar, pero él la aleja con brusquedad.

—Recibo órdenes. El jefe me pidió que nadie podía interrumpir. 

En un intento desesperado Angélica trata de entrar, pero él la vuelve a empujar.

—¡Mira pedazo de imbécil algo pasa allá y si no me dejas pasar todo será tu culpa! ¿No escuchas los gritos de tu jefe? 

Le grita furiosa, el tipo duda unos segundos, en esos momentos aprovecha Angélica y lo empuja, abre la puerta, se queda inmóvil cuando contempla la escena. Raúl cubre su ojo izquierdo con su mano, está sangrando demasiado,  mientras golpea en repetidas veces a Paola que está tendida en el suelo ya ni se mueve. Le grita un montón de cosas. 

Angélica reacciona, avanza y trata de meterse. 

—¿Qué demonios pasó? ¡Joder estás sangrado mucho!

—¡Esta maldita perra! —grita Raúl furioso.

Angélica lo toma del brazo y trata de alejarlo para que no la siga golpeando, pero él la empuja y vuelve a gritar.

—¡Voy a matar  a esta maldita hija de puta! ¿No ves lo que me hizo?

Saca la pistola de su bolsillo mientras Angélica siente que se le congela la sangre. Levanta ambas manos para tratar de calmarlo.

—¡Estás loco!

Raúl levanta la pistola y le apunta a ella, Angélica pasa saliva. 

—¿No me digas que vas a defender a esta hija de puta? ¿La quieres ayudar?  —le grita tan fuerte que la hace estremecer.

»¡Esta hija de puta me atacó, tenía un maldito cuchillo! La pregunta es ¿Cómo llegó ese cuchillo hasta sus manos?

Mira unos segundos a Angélica como tratando de ver los gestos de su rostro, luego vuelve la mirada hacia Paola que sigue en el piso, está inconsciente. Le apunta en la cabeza mientras le quita el seguro a la pistola.

—¡Espera! —exclama Angélica, tiene que pensar rápido y lo hace tratando de controlar los nervios que siente—, no tengo idea de cómo llegó ese cuchillo a sus manos, tendremos que averiguarlo, pero tú  estás sangrando mucho, tenemos que llevarte con un doctor, no puedes matarla así.

Se endereza y dibuja una  pequeña sonrisa  en su rostro.

—La vas a matar sin siquiera mirarla a los ojos, la muy maldita así no siente nada. Es mejor que la veas a los ojos suplicantes cuando le estés apuntando, que puedas ver el miedo a través de sus ojos, que te ruegue y así lo vas a disfrutar más. Verla de rodillas y ver el miedo a través de sus ojos, así tendrás satisfacción. 

Raúl baja el arma. Angélica suelta una bocanada  de aire, se acerca y lo toma del brazo ayudándolo a salir, le grita al guarura de la puerta que le ayude. Entre los dos empiezan a bajarlo, todos se alarman al verlo así.  Raúl les dice que lo lleven a un lugar,  necesita que un médico lo revise, da indicaciones claras a tres de los tipos que se queden en el lugar y los otros tres se van con él.

©¡ESTÚPIDA TÚ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora