©¡ESTÚPIDA TÚ!

capítulo 28

¡Estúpida tú!

Capítulo 28.

Un especial de año nuevo con nuestra pareja favorita. Antes de… bueno antes que empiece el nuevo año.

Hoy salimos todos a patinar, no se imaginan lo mucho que se han reído, digo se han, porque perdí el control de mis patines  terminando en el suelo, me duele todo lo que se llama trasero. 

Ahora estoy sentada haciendo uno de mis dramas, ¿cómo es posible que mamá en vez de defenderme se burle de mí? la traición. Estoy cruzada de brazos con el ceño fruncido mientras todos se burlan de mí. Álex trata de acercarse,  yo solo volteo la cara, estoy indignada.

Pero él ignora todo, me toma de la cintura cargándome en brazos, empiezo a gritar como una loca, no quiero terminar otra vez en el suelo.

—¡Álex, bájame! —golpeo su espalda.

Él hace caso omiso a lo que digo y sigue patinando, da una vuelta doble y yo más grito. Lo hace con toda la intención de asustarme. Todos sueltan carcajadas mientras yo hago un drama.

—¡Que me bajes de una maldita vez! —grito otra vez.

Escucho una carcajada.

—¿Y si no lo hago? —pregunta en un tono bastante burlón.

Vuelve a dar otra vuelta, yo me aferro de su cuello con fuerza.

—¡No me provoques! —descargo otro golpe en su brazo.

—¡Me encanta provocarte! —escupe.

Me desliza por su cuerpo y me rodea con sus brazos, me acerca a su cuerpo y me aprieta muy fuerte. Muerde mi nariz, con el frío que hace ni la siento, es más no recordaba que seguía en su lugar.

—Sabes que te amo con el alma mocosa berrinchuda —Dice con una pequeña sonrisa.

Una sonrisa se escapa de mis labios.

—Lo sé porque yo también te amo gruñón engreído.

Me sujeta la barbilla y deja un beso en mi boca, un beso cálido que derrite el frío que los cubre. Mis padres sonríen, mini Álex aplaude con una sonrisa hermosa en el rostro. Luego nos vamos a un café por el mejor cappuccino, pedimos un  capuchino moka: es una mezcla entre un capuchino y un chocolate caliente, la combinación perfecta. Mini Álex pidió un vaso de leche y un montón de galletas con formas.

Platicamos de todo un poco, a nuestros padres se les ocurrió unas vacaciones familiares, así que andamos escuchando ideas.

—¿Y si visitamos el parque temático Six Flags Great Adventure? ocupa la primera posición de las montañas rusas más altas del mundo —habla Álex con una sonrisa.

—Mejor vamos a Orlando, llevamos el niño a Disney —agrega papá.

—¿Y si nos vamos en un crucero?  —comenta mamá.

Álex y yo hablamos al tiempo.

—Eso no.

Nuestros padres cruzan miradas.

—La última vez que tomaron un crucero todo se volvió un caos terrible —hablo.

Mamá esboza una sonrisa.

—Un caos que trajo también cosas buenas  —mira a mini Álex—, gracias a eso ustedes están juntos y tenemos un pequeño regalo.

Álex acaricia su mano que está encima de la mesa.

—Es verdad madre, pero casi los perdemos y eso no fue bonito, así que eso queda descartado.

Nuestros padres sonríen.