¡Estúpida tú!
Capítulo 76.
Repito una y otra vez mientras siento su cuerpo pegado al mío y su respiración en mi cuello, mis sentimientos no me dominan, yo los domino a ellos. Álex saca provecho porque sabe que tenemos que fingir delante del niño, pero qué rayos le pasa. Me pasa las manos por la espalda y me pega más a él, respira en mi oído haciendo que todo se sacuda a mi alrededor. Entonces cierro los ojos y repito; yo soy fuerte, yo puedo.
Soy la primera en levantarse, la noche se me hizo eterna. Entro al baño, necesito una ducha de agua fría, tengo tantos nudos en la cabeza que cada vez es más difícil desenredarlos. Cuando salgo del baño ambos están jugando en la cama, me recargo en el marco de la puerta y los miro, entonces Álex se levanta y deja un beso en mis labios.
—Buenos días.
Dibujo una sonrisa forzada, voy a matarlo. Mini Álex se levanta y corre hasta mí, me abraza y me pregunta cómo amanecí. Dejo un beso en su frente, luego Álex propone ir a desayunar juntos, lo vuelvo a mirar y con la mirada le digo todo. Apenas el niño sale de la habitación suelto todo el aire que contenía.
—¿Qué crees qué haces? —frunzo el ceño.
—Nada —se encoge de hombros—, solo actúo como lo pediste.
—No es chistoso. No trates de sacar provecho de la situación.
—¿De qué hablas? —da un paso sin dejar de mirarme.
—De los besos —gruño.
—¿Qué besos? —da otro paso quedando a solo centímetros de mí.
Ruedo los ojos.
—¡No estoy jugando!
Sin darme tiempo de nada siento sus labios sobre los míos, al instante levanto mi mano dispuesta a descargarla en su rostro, pero él es más rápido y la toma en el aire, me pasa la mano por la espalda y me pega a su cuerpo.
—Ese beso solo fue un ensayo para no olvidar el guión —me guiña un ojo.
Trato de empujarlo, pero justo en ese momento se abre la puerta y entonces él rompe con la poca distancia que hay entre nosotros y pega sus labios a los míos, observo por el rabillo del ojo a mini Álex mirándonos, así que respiro hondo y muevo mis labios dejando un pequeño beso en su boca. Un beso que remueve cada fibra de mi ser, me alejo rápidamente, tomo al niño de la mano con la disculpa de ir al comedor, solo quiero huir, porque siento que voy a enloquecer.
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Una semana después…
Esta semana ha sido una pesadilla, Álex siempre que puede me roba besos, lo hace porque sabe que estamos fingiendo delante del niño. Me hice la operación para reconstruir mi nariz, me sigo negando a cualquier tipo de estudios, lo único que hicieron fue escuchar el ritmo cardíaco del bebé, su corazón late fuerte y claro. No puedo explicar lo que sentí al escucharlo, solo puedo decir que a veces siento ganas de llorar hasta que las lágrimas dejen de salir, pero eso parece imposible.
Mi recuperación va de maravilla, mini Álex no se me despega, ni siquiera me deja salir de la cama. A veces me pierdo en mis pensamientos, ¿cómo le voy a explicar lo del bebé? Cuando mi abdomen crezca voy a tener que decirle y ni siquiera sé cómo hacerlo, es más ni siquiera he pensado cómo explicarle que su papá y yo vamos a divorciarnos. En ese momento salgo de mis pensamientos cuando lo veo entrar corriendo, se sube a la cama y me abraza.
—¿Cómo te sientes mamá?
Acaricio su mejilla.
—Con tus cuidados de maravilla.
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©¡ESTÚPIDA TÚ!
RomanceBilogía. Sinopsis. Estoy casada con un engreído hermoso, resultado de ese amor tenemos una mini versión de ambos. Nuestra vida es perfecta, entre dramas, locuras y berrinches, pero no todo dura eternamente. Nosotros decidimos dejar el pasado atrás...