¡Estúpida tú!
Capítulo 79.
Paola mira a Álex con los ojos llenos de lágrimas.
—¿Por qué le dijiste eso? ¡Yo no quiero que te odie!
—Es mejor que me odie a mí y no a los dos.
Paola pierde las fuerzas y antes de tocar el piso Álex ya la sostiene en brazos. Otra vez siente que algo se mueve dentro de ella, esta vez con más fuerza. Paola empieza a llorar, las palabras no le salen. Álex pasa saliva, la atrae hacia él y la abraza.
»Sabíamos que esto iba a pasar. Cuídalo bien, no puedo acercarme porque se pondrá peor, así que le daré tiempo.
Álex intenta alejarse, pero Paola lo sujeta con fuerza del brazo.
—No, no, esto no tenía que ser así, mini Álex no puede odiarte, no quiero, no quiero. ¿Recuerdas lo que sufrieron nuestros padres por nosotros?
Sus manos están temblando, su pecho sube y baja tan rápido que le cuesta respirar. Álex intenta sonar calmado aunque por dentro se está muriendo.
—Lo recuerdo, yo le grité muchas veces esas mismas palabras a mi padre, tal vez es karma.
Paola se incorpora.
—Voy a hablar con él, le voy a explicar.
Álex la toma de la mano.
—¿Qué le vas a decir? Llévalo con la psicóloga, necesitamos que ella nos indique qué hacer, cualquier cosa que le digamos lo va a confundir más. Además es normal que esté así, ¿recuerdas que es una versión exacta de los dos? Nosotros le enseñamos que mentir era malo, que en esta familia las mentiras estaban prohibidas y fuimos los primeros en romper esa promesa.
Álex pasa por su lado.
»Voy por unas cosas, me avisas si vas con la psicóloga para ir con ustedes, esta vez no podemos solos.
Álex avanza hasta que desaparece por el pasillo, Paola se queda en trance, ahora sí es definitivo y sabe que todo se acabó. Ella tiene el poder de detenerlo, pero no lo hace. Por orgullo, por miedo, por una cantidad de cosas que la dominan.
Álex aparece con una pequeña maleta, Paola intenta no llorar, inspira profundamente y se traga sus lágrimas. Álex pasa por su lado, ni siquiera la mira, se detiene bajo el umbral de la puerta, un par de lágrimas caen al suelo. Él guarda la mínima esperanza de que ella lo detenga, pero no lo hace, así que avanza con el corazón hecho añicos, sale de la casa.
Paola lo sigue con la mirada y cuando lo ve desaparecer se deja caer al suelo, se sostiene el pecho con fuerza, este le late tan rápido que parece que va a romper sus costillas. Álex se va con el pecho vacío, porque las razones de su vida se quedan en esa casa. Y Paola se queda con el mismo vacío porque él se lleva una parte de su alma.
Llora, porque de alguna manera tiene que sacar el dolor. Luego de unos minutos se incorpora, se limpia las lágrimas y camina en dirección a la habitación del niño, necesita buscar la manera de explicarle, ella no quiere que mini Álex odie a su papá, eso es algo con lo que no puede vivir.
Álex se sube al auto, clava la cabeza en el volante y aunque no quiere llorar, no puede contener las lágrimas, ellas salen solas, respira hondo, pero cada respiración es demasiado dolorosa, entonces contiene el aliento, pero duele más. Le duele saber que todo ese amor se convierte en dolor, saber que ella es el amor de su vida, pero ahora es una daga en el pecho tirando a matar. Enciende el auto y se aleja de la que un día fue su casa.
Paola se detiene frente a la puerta que está medio abierta, toma la manija y la va empujando poco a poco. Katia está sentada en el borde de la cama y mini Álex está en su regazo. El niño al verla entierra la cabeza en el pecho de Katia, está molesto. A Paola le duele esa mirada, pero esta vez es ella quien tiene que buscar la manera de explicarle, ahora es ella quien tendrá que sacar fuerzas de donde no las tiene.
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©¡ESTÚPIDA TÚ!
RomansaBilogía. Sinopsis. Estoy casada con un engreído hermoso, resultado de ese amor tenemos una mini versión de ambos. Nuestra vida es perfecta, entre dramas, locuras y berrinches, pero no todo dura eternamente. Nosotros decidimos dejar el pasado atrás...