capítulo 66.

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Estúpida tú.

Capítulo 66.

Una semana después.

Narrador omnisciente.

Sergio llega a New York, toma aire luego de salir del aeropuerto. No esperaba regresar tan pronto, pero lo creía necesario. Toma un taxi para ir a casa de su madre, sabe que ella se llevará una gran sorpresa pues él no le avisó de su regreso. No teme encontrarse a Aníbal porque sabe que ya no vive en la misma casa, desde que todo salió a la luz la relación de sus padres se rompió, incluso ya habían empezado con los trámites del divorcio. Isabella no quería saber nada de Aníbal, lo que él hizo fue algo  imperdonable.  

Al llegar a su casa la sorpresa de Isabella fue evidente, se lanza a sus brazos y lo abraza con fuerza, no esperaba tenerlo de regreso tan pronto, es más imaginó que él no iba a regresar.  Se aleja y lo escanea con la mirada, el gesto de sorpresa no desaparece.

—Hijo, no puedo creerlo, ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no avisaste que venías? 

Sergio se acerca con una sonrisa de boca cerrada y besa su frente.

—Quería darte una sorpresa y veo que lo logré. 

Isabella se cubre la boca con las manos y suelta una risita.

—Pues vaya que me sorprendiste. Si te soy sincera no creí verte tan pronto.

—Creo que es hora de tomar las riendas de la empresa, al fin yo sigo teniendo derechos.

Ladea la cabeza para mirarlo, ya que cuando Sergio se fue dijo que no quería nada que tuviera que ver con Aníbal incluso la empresa, ahora ese cambio tan repentino la desconcertó un poco. Las verdaderas intenciones de Sergio al tomar el control son para poner las cosas como debieron ser desde el principio.

Mini Álex se niega a regresar a casa de su papá, ni siquiera quiere verlo. No puede borrar de su cabeza la imagen de esa mujer en la cama de su madre, está muy molesto, pero también tiene recuerdos vagos de su mamá diciéndole que si recordaba el juego que le había mencionado porque era hora de empezar con su misión, esa misma voz le repetía en su cabeza que cuidara a papá, que no olvidara que lo había prometido.  

El niño se queda pensando, aunque digan que él lo soñó él está seguro que no es así, su mamá estuvo en la clínica. Se ha negado a ver a Álex y él con todo el dolor del alma acepta su decisión, solo quiere darle un tiempo para poderle explicar. Mini Álex sale corriendo de su habitación en busca de su abuela, él le prometió algo a su mamá y no va a romper esa promesa, por muy enojado que esté con su papá lo seguirá cuidando, esa es su misión. 

Llega hasta Estefanía que está en la cocina preparando algo rico de cenar, el niño le dice que quiere ver a su papá que si lo puede llamar. Estefanía se sorprende un poco por su cambio tan repentino, pero en el fondo le da gusto, aunque está muy enojada con Álex, ella mejor que nadie sabe lo que se siente el desprecio de un hijo.  Llama a Álex y le dice que él niño lo quiere ver, ya se imaginan la reacción de él.

Paola hasta el momento no ha tenido que cumplir con su parte del trato, pues los últimos días Raúl ha tenido problemas con la mercancía, por esa razón se la pasa pegado al teléfono o por fuera. 

Katia sale directo a la empresa, necesita hablar con Álex y contarle lo que piensa, está dispuesta a ser escuchada como sea, por eso se le ocurre llevar un bate de béisbol con ella, incluso sonríe cuando entra a la empresa por la mirada curiosa de algunos empleados.

Chloe se levanta, hace una pequeña reverencia y la saluda.

—Señora Katia, ¿Cómo está?

Katia le sonríe.

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