¡Estúpida tú!
Capítulo final.
Narra Paola.
No se imaginan el alivio tan grande que sentí al saber que Raúl no me tocó, aunque mi felicidad no está completa porque me falta mi hermano, al menos podré continuar sin esa incertidumbre encima.
…
Estoy parada frente a su cama observándolo con todo el desprecio que siento por él. Raúl cada vez que me ve, se estresa, siente angustia, lo veo en sus ojos. Le repito una y otra vez lo miserable que es, le recuerdo que está solo y que yo pienso celebrar su muerte. Él se queja, llora, intenta hablar, pero simplemente no puede. Su agonía es lenta y muy dolorosa.
En un momento Raúl emite un sonido extraño desde el fondo de su garganta, sus ojos se ponen blancos y puedo notar que su respiración se hace más pesada, retrocedo un paso, el sonido del monitor me aturde, él me mira y yo sonrío. Me suplica con la mirada ayuda, pero yo no me muevo, solo veo como intenta respirar y no puede, poco a poco la luz de sus ojos se va apagando. Justo cuando cierra los ojos ingresan los doctores, yo salgo de la habitación y observo a través del cristal como los doctores hacen todo por reanimarlo. Muevo los labios solo para mí;
Ojalá te pudras en el infierno.
Siento un alivio dentro de mí. Sonrío, mientras un par de lágrimas se me escapan. Al escuchar tanto alboroto Álex ingresa a la sala, me mira preocupado, entonces en ese momento el doctor dice; hora de la muerte.
Llevo las manos hasta mi pecho y suspiro aliviada, empiezo a reírme y a llorar, todo al mismo tiempo. Álex me abraza e intenta sacarme, pero yo necesito confirmar con mis propios ojos que ese maldito sí murió.
…
Llego a la casa con una gran satisfacción, es solo que no entiendo porque no puedo dejar de llorar, Álex me abraza, le digo llorando que me siento tranquila al saber que no podrá lastimarlos nunca más, pero no entiendo porque me siento así. El me acuna en sus brazos y me dice que mi reacción es porque en mi subconsciente yo quería creer que esto me iba a devolver a mi hermano, pero no es así.
Y sí, tiene razón, en el fondo yo sigo sin asimilar su muerte. Pensé que con su muerte me iba a sentir mejor, pensé que el dolor desaparecería, incluso anhelé que regresara otra vez, pero no fue así porque lamentablemente mi hermano no volverá y el dolor solo será más llevadero cuando pase el tiempo. Así que en medio de la asimilación lloro todo lo que tengo que llorar.
Esa es la cruda realidad, su muerte no me lo va a devolver y tampoco dejará de doler. Tengo que aprender a sobrellevar el dolor, pero tampoco puedo forzarlo, solo el tiempo tiene el poder de darme resignación, porque en este momento por más que haga, intente o me digan de nada va a servir. En momentos así ninguna palabra tiene sentido, nada te reconforta, todos los consuelos son en vano.
…
❀ •─────• ❀ •─────• ❀Dos semanas después…
Hoy se cumple un mes desde que se fue, el dolor parece que no quiere desaparecer. Hace un mes que no paso por el restaurante, pero lastimosamente el mundo sigue girando, tengo que continuar. A veces siento que no avanzamos con la terapia, mini Álex sigue sin hablar y yo no sé cómo ayudarlo.
A Álex ya le retiraron el inmovilizador del brazo y gracias al cielo no tuvo secuelas graves, nada que no se pueda curar con terapia, anda muy juicioso en eso. A Álex se le ocurrió que empecemos a decorar la habitación para Nazli, para hacer partícipe al niño, a ver si así poco a poco se anima. A mí también me parece una buena idea. Estoy en mi cama, mini Álex tiene su cabeza en mi vientre, se queda horas así, es como si ese fuera su lugar seguro, siempre me busca y hace eso, imagino que lo hace cuando la tristeza lo supera. Escucho tres golpes en la puerta.
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©¡ESTÚPIDA TÚ!
RomanceBilogía. Sinopsis. Estoy casada con un engreído hermoso, resultado de ese amor tenemos una mini versión de ambos. Nuestra vida es perfecta, entre dramas, locuras y berrinches, pero no todo dura eternamente. Nosotros decidimos dejar el pasado atrás...