capítulo 82.

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¡Estúpida tú! 

Capítulo 82.

Ambos llegan a la casa. Antes de entrar Álex se detiene, Paola lo mira.

—El día que salí de aquí lo hice con el miedo de no volver nunca más 

Aspira aire bruscamente. Paola toma ambas manos y las aprieta.

—El día que saliste por esa puerta sentí la sensación más horrible, pensé que te había perdido. 

Álex pega su frente a la de ella.

—Ni volviendo a nacer yo te dejaría. 

Paola lo envuelve entre sus brazos y lo besa sin previo aviso, suelta en sus labios.

—Si volvieras a nacer yo te buscaría y te amaría igual. 

Paola lo toma de la mano y lo arrastra a la casa con una sonrisa. Al cruzar el umbral de la puerta ven a Margot y a Florencia paradas junto a la ventana. Margot no puede evitarlo, al verlos se cubre el rostro con las manos. Ambos la miran con un gesto de confusión. 

—Lo siento —Dice Margot mientras se acerca—, perdón por el atrevimiento.

Los rodea a ambos con los brazos y empieza a llorar.

»Estoy muy feliz por ustedes. Señor esta casa sin usted no es la misma. Ambos sin el otro no son los mismos.

Álex y Paola le regalan una pequeña sonrisa y le devuelven el abrazo. Álex la toma de la mano.

—No llores Margot, verás que poco a poco todo será como antes, incluso mejor.

Margot suspira convulsivamente. 

—Yo lo sé señor, pero de verdad me da tanto gusto verlos así.

Paola le acaricia el brazo.

—Margot, gracias por tanto. Yo también estoy feliz.

Le regala una amplia sonrisa. Florencia salta como una niña pequeña, se cubre la boca callando un grito de emoción, Álex y Paola sonríen.  

—Bueno, quiero que me prepares algo bien rico, no sabes como extraño tus comidas.

Margot le regala una sonrisa.

—Prepararé su plato favorito. Hay que celebrar.

Florencia les dice que el niño está en la habitación. Paola y Álex empiezan a subir las escaleras. Paola lo mira, a Álex le sudan las manos, no es calor, son nervios.

—Todo va a estar bien —le dice Paola.  

Álex aspira y asiente. Llegan hasta la habitación, Paola sonríe, Álex frunce el ceño, es que es la primera vez que lo ve tan nervioso. Paola lo sujeta por la cintura y lo acerca a ella, Álex quita el ceño de su rostro, se pierde es sus bellos ojos. Disfruta de ese momento. 

Paola toca la puerta, escucha la aprobación para entrar, abre la puerta y asoma la cabeza. Mini Álex está jugando en el suelo, la mira y ella abre la puerta lentamente. Mini Álex observa sin ningún tipo  de expresión, ambos cruzan el umbral, mini Álex baja la mirada a un punto específico; sus manos, ya que están sujetas.  Álex siente que el corazón se le va a salir, es que el solo pensar que su hijo lo vuelva a rechazar lo está matando.

Mini Álex se incorpora sin alejar la mirada de sus manos, tiene el ceño fruncido, incluso Paola ya se puso fría, ahora es Álex quien aprieta su mano. 

—Cariño —habla Paola—, queremos hablar contigo. 

Mini Álex levanta la mirada y clava esas profundidades azules en ellos.  Paola avanza un paso, Álex la sigue. 

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