capítulo 51.

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¡Estúpida tú!

Capítulo 51.

Luego aparecen Florencia y Hannah que al mirar la escena se les escapa un grito. Álex las fusila con la mirada. Se acerca, toma el niño en brazos y yo sigo mirando como flota la gata, Álex me rodea con los brazos y hace que hunda  mi rostro en su cuello.

—¡Ya pasó! —susurra.

Mira a Florencia y a Hannah.

—Recojan eso.

Avanza hacia la casa mientras me hala de la mano, le susurra cosas a mini Álex tratando de calmarlo, yo me  quedo muda, no me salen las palabras. Solo tengo esa imagen en mi cabeza que se reproduce una y otra vez.

La caja con el moño rojo y mi gata decapitada. El cuerpo de la gatita sin vida, de su gata flotando en el agua. No sé en qué momento llegamos hasta mi habitación, solo sé que Álex está sentado en el mueble de la terraza y tiene a mini Álex en su regazo, acunándolo en brazos. Y yo sigo de pie junto a ellos, escucho los sollozos de mi niño y los fuertes latidos de mi corazón. 

Álex le habla con suma ternura mientras acaricia su pelo, no cabe duda que solo él sabe cómo manejar este tipo de situaciones.

—¡Nena!

Salgo de mi trance cuando escucho su voz, tiende su mano izquierda esperando que yo la tome, tomo su mano y él me hala con mucho cuidado para que me siente junto a él. Me mira a los ojos y mueve los labios solo para los dos.

»Nada de eso volverá a pasar —es como si se metiera en mi cabeza, ah olvido que puede ver a través de mis ojos—, No permitiré que nadie los lastime. Ok.

Asiento. Los rodeo con los brazos, mini Álex toma mi mano y la aprieta con fuerza. Se me estruja el corazón al verlo así, lo que más me duele es no saber qué decirle en este momento, porque ni siquiera yo lo he podido asimilar. Álex logra calmarlo, le dice que su gatita ahora está en el cielo de los gatos, allá no sufre, allá va a estar bien.

—Fue mi culpa que se ahogara —susurra mini Álex.

—No cariño, no fue tu culpa —responde Álex con ternura.

—No debí dejar que saliera al jardín.

—No es la primera vez que salía, solo fue mala suerte campeón ¿Quieres que te regale otro gato? Ojo, no para reemplazarla porque una mascota no se reemplaza con otra, solo para que te acompañe en tu pérdida.

—¡No quiero volver a tener gatos nunca más en mi vida! —grita llorando.

Yo sigo en silencio, es como si mi garganta se hubiera cerrado.

—Está bien campeón —Álex lo lleva a su pecho y lo abraza.

Me incorporo me posiciono frente a ellos y me hinco de rodillas, tomo sus manos y dejo un beso en ellas.

—Mi niño, lamento tanto que tuvieras que presenciar algo así —susurro en un pequeño hilo de voz.

Mini Álex se incorpora, ladea la cabeza y me mira, me coloca las manos a ambos lados de la cabeza.

—¿Mamá también sentiste miedo, te dolió cómo a mí? —susurra con sus ojos llenos de lágrimas.

Sé que me lo pregunta por mi reacción. Asiento con un nudo en la garganta.

—Estoy muy triste —enrolla las manos en torno a mi cuello—, pero recuerda,  yo estoy contigo mamá para que no sientas miedo.

Me abraza con fuerza. Trago saliva intentando deshacer el nudo que forma mi garganta. Lo envuelvo en mis brazos y lo arrullo.

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