©¡ESTÚPIDA TÚ!

capítulo 21

¡Estúpida tú!

Capítulo 21.

Martes.

Hoy tenemos un evento en la escuela de mini Álex, harán un pequeño festival donde los niños participarán en diferentes actividades, el evento empieza a las 12:00 pm.  Paso al restaurante a organizar algunas cosas. Álex queda de pasar por mí para irnos juntos a la escuela, miro mi reloj y son las 10:00 de la mañana, así que decido adelantarme y darle una sorpresa, pasar a la  empresa a recogerlo.

Salgo del restaurante con una sonrisa, ya que él no tiene idea que voy por él. Luego de unos minutos y un tráfico relativamente tranquilo he llegado al edificio, esta vez entro por la puerta principal, todos me saludan amablemente, correspondiendo con un asentimiento.

Mientras espero el elevador saco mi celular y escribo un mensaje.

Hola mi gruñón, ¿cómo va todo?

Casi al instante recibo una respuesta.

Hola Nena, todo bien, estoy revisando unos planos ¿y tú?

Sonrío.

Con unas ganas enormes de verte.

¿Solo de verme?

Y de besarte…

Muerdo mi labio inferior.

Solo tendrás que esperar una hora, lo bueno se hace esperar.

Ajá, nos vemos.

Ahora paso por ti.

Guardo mi celular en mi cartera y sigo esperando  el elevador unos segundos y cuando por fin se abre me adentro en él, marco el número 12 y espero. Me acomodo mi vestido, traigo un vestido gris ajustado de tirantes finos a la altura de los muslos, unas botas negras por encima de la rodilla, chaqueta del mismo color. Mi cabello suelto con pequeñas ondas,  maquillaje claro y mis labios rojos, ya saben que amo los colores fuertes.

Se abren las puertas del elevador salgo y empiezo a caminar, lo primero que veo es el escritorio de Chloe, pero ella no está, otra chica ocupa su lugar, se me hace extraño, aún así sigo mi camino, saludo con un «Buenos días » y sigo con una sonrisa que se me borra cuando escucho.

—¡Espere un momento! ¿A dónde cree que va?

Respiro antes de darme la vuelta, no es la pregunta lo que me molesta sino el maldito tonito que utiliza. La miro.

—A la oficina  del señor Álex —respondo sin expresión alguna y sigo mi camino.

—No puede pasar —exclama.

Giro la cabeza y la miro, ¿Pero quién se cree este renacuajo?

—¿Perdón? —elevo una ceja—, ¿me hablas a mí?

El renacuajo ese me mira de pies a cabezas y luego mira alrededor, responde de mala manera.

—¿Acaso usted ve a alguien más? El señor Álex está muy ocupado y me pidió estrictamente que nadie lo molestara.

En primer lugar no entiendo dónde demonios está Chloe y esta tipa de dónde demonios salió.

»Yo soy muy correcta en mi trabajo, así que no puede pasar.

La escaneo de pies a cabezas giro y hago caso omiso a lo que me dice. Llego hasta la puerta cuando siento que alguien me hala del brazo, entonces ahora sí, se me sube el apellido a la cabeza. Siento la sangre correr por mis venas y me quema, halo mi brazo soltándome de su agarre.