©¡ESTÚPIDA TÚ!

capítulo 73.

¡Estúpida tú!

Capítulo 73.

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Narrador omnisciente.

Álex permanece de pie con la mirada perdida, sus lágrimas siguen el recorrido. Sergio no se acerca al verlo, conserva su distancia porque si para él es doloroso imagina que para Álex lo es aún más. En ese momento llegan Mateo y Katia, al ver el estado de Álex se imaginan lo peor, Álex no reacciona, saben que sigue vivo porque ven las lágrimas que bajan por sus mejillas. 

Katia siente los latidos de su corazón y un nudo en la garganta que le corta la respiración, mira a Sergio y le pregunta angustiada.

—¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué Álex está así? ¿Le pasó algo a…?

No puede terminar la pregunta porque el solo pensarlo la aterra. Sergio respira profundo.

—Todo salió bien, digamos que cada parte de su cuerpo está completo, pero su alma y su corazón se han vuelto trizas.

Katia lo mira con un gesto de confusión, mientras Mateo sigue moviendo a Álex, pero Álex sigue en trance, ni siquiera parpadea. 

—¿Qué fue lo que pasó? —Katia toma a Sergio de los brazos. 

Sergio la mira, una lágrima se escapa sin permiso y entonces susurra.

—Raúl la violó, no sé qué más pasó porque hace unos minutos sacaron a Álex de la habitación y ya vez en el estado en que está.

Katia retrocede, se pone pálida, Mateo se acerca y la sostiene por la espalda, entonces en ese momento Katia se gira y lo abraza. Todo se congela, el silencio es tan grande que incluso se podría escuchar una lágrima chocar con el piso. Es imposible no romperse más cuando han creado un lazo tan fuerte entre ellos, Mateo pasa saliva, una lágrima se le escapa. 

La primera reacción de Katia es atacar a Álex, lo señala y le grita que todo es su culpa. Mateo la sostiene de los brazos y lo único que se le ocurre es llevarla hasta su pecho y abrazarla con todas sus fuerzas.  Álex no se mueve y Katia vuelve a zafarse del agarre de Mateo, toma a Álex de los brazos y lo sacude. 

—¿Por qué llegaste tarde? ¡Maldición! ¿Por qué esta vez no la rescataste? 

Mateo la rodea por la espalda y sostiene sus brazos, pero sin lastimarla. Álex la mira y es como si no lo hiciera, su mirada no tiene luz. Katia no puede dejar de llorar, ella sabe lo que eso significa para Paola, le duele en el alma que su amiga esté pasando por esa situación. Mateo la abraza con fuerza y susurra en su odio con la voz entrecortada.

—Álex no tiene la culpa y lo sabes.

Katia se aferra más a él, Para Mateo es una situación muy difícil, su mejor amigo está destrozado y el amor de su vida igual. Esto es demasiado difícil para él, por el  lugar en el que está. Álex es como su hermano, Katia es su esposa y aunque estén distanciados no quiere decir que dejara de importarle.

»Aquí no se trata de buscar culpables —toma su rostro en sus manos y la obliga a mirarlo—, hoy más que nunca tenemos que estar con Paola, que ella sienta nuestro apoyo.

Katia en el fondo sabe que es verdad, que Álex no tiene la culpa de nada, quiere desquitarse con él, pero en realidad a la persona que quisiera tener frente a frente es a la basura de Raúl.  Katia se aleja e intenta respirar profundo, Mateo le da su espacio, ella necesita procesar la información. Mateo se acerca a Álex y aprieta su hombro en señal de apoyo, pero Álex simplemente no responde.