•~Capítulo.50.~•
DEDRICK
— Con tus tallas y medidas yo te puedo mandar tu traje.— Me dice Ada.
— Yo la ayudo.— Añade Armin.
— Bien, os lo encargo. — Asiento.
Evidentemente, no estoy de humor para ir compras para preparar mi tan "esperada" boda. No me interesaba como fuese a ser la ceremonia, mucho menos la vestimenta con la que debía ir, por eso se lo encargaba a Ada.
Mi mirada cae en Edel, quien no ha dicho nada desde que los hermanos llegaron a la casa. Ahora, sabiendo que ocurrió entre los tres era más fácil notar el ambiente más pesado que antes.
— ¿Y ahora podemos hablar de ese beso?— Me pregunta Armin saboreando su piruleta.— Que malo que eres, Dedrickcito. Mira que no devolverle el beso. Debes haberla dejado con las ganas.— Se burla.
— No es gracioso.— Gruño.— Esto no tenía que ser así.
Claro que no tenía que ser así. No fue aposta. Simplemente no pude.
— Imaginaos que en la noche de bodas no se le levanta.— Rompe a reír Armin.
No tenía que volver a Alemania.
— Armin, cállate.— Le reprende su hermana.— Es un tema serio.
— La vida hay que tomársela con humor, porque si te la tomas enserio entonces te cabreas y todo mal, todo mal rollo... ¿Sabes?— Divaga.
— ¿Entonces cuando te vas dices?— Le cuestiono con una sonrisa sarcástica.
— Después de la boda, claro.— Contesta con simpleza.
Claro, una respuesta tan simple fue contestada con otra acción simple y esa fue de parte de Edel, quien directamente se levanta y a zancadas se va, dejándonos a todos perplejos, sobretodo cuando cierra la puerta de un portazo.
— Ve a consolarlo.— Le dice Armin a su hermana, quien lo asesina con la mirada.— Menos mal dijiste que ha cambiado.
— Armin, de verdad que te pasas.— Se queja Ada poniéndose en pie y siguiendo el camino de Edel.
Ambos, boquiabiertos, los vemos desaparecer a ambos. Miro a Armin que como la mayoría de veces, inexpresivo, sigue jugando con su piruleta, posando la mirada sobre mi y encogiéndose de hombros como si el tema no fuese con él, muy diferente a cuando me lo encontré llorando en la intermodal.
— No los entiendo.— Dice acostándose mejor en el sofá y cruzando sus piernas, acomodándose.— Muchísimo menos a mi hermana. Ella, que se supone que me conoce como a la palma de su mano, se comporta a veces como si no me conociese y siempre me hace quedar como el malo. — Se explica.
— Lo cierto es que la mayoría de veces te comportas como un capullo irresponsable, maleducado, narcisista e inexpresivo.— Lo culpo sabiendo que en nada empezará con su drama.
Saca la piruleta de su boca y me señala con ella, mirándome con los ojos entrecerrados y la boca ligeramente abierta, como si no se creyera lo que le acabo de decir.

ESTÁS LEYENDO
MI SALVAJE ADICCIÓN (En pausa)
Manusia SerigalaCuando un hombre o mujer lobo nace inmediatamente la Diosa Luna la empareja con un lobo y con su media naranja o alma gemela, como queráis llamarlo, a mi me da lo mismo. Cómo Alfa que soy siempre esperé encontrar a mi alma gemela, no para vivir una...