•~Capítulo.113.~•
DEDRICK
Toco la puerta y espero a que abran. Segundos más tarde la puerta es abierta por Astrid, quien siempre mira con indiferencia. Me deja pasar y lo primero que veo es a Chloe, Astrid y mi hijo, Tahiel. Todas me saludan menos él.
— Hola, Tahiel.— Saludo.
Me mira y vuelve a bajar la cabeza al rompecabezas que tiene en las manos.
— Hola.— Dice sin más.
Sigue molesto.
Me acerco a él y me siento Justo a su lado, en el sofá. Tomo un largo suspiro y en silencio miro como rápidamente termina de hacer el rompecabezas, volviéndolo a desmontar y empezando, de nuevo, a formarlo.
— He venido a recogerte.— Le digo.— Volvamos a casa.
— Ah.— Emite.
Se levanta y poco después desaparece de nuestras vistas, supongo que con la intención de recoger sus cosas.
— ¿Te pagan por ser imbécil?— Me pregunta Astrid, con una mueca de disgusto.
— Lo mismo me preguntó Egan.— Río amargo, negando con la cabeza.— Estoy intentando hacerlo lo mejor que puedo.
— Pues hazlo mejor.— Murmura Chloe, burlesca.
Ruedo los ojos.
Bajo la atención del trío, me pongo en pie y tomo el camino por el que se ha ido Tahiel. Cuánto más me acerco a la habitación donde debe haberse quedado estos días, la puerta se encuentra entreabierta y cuando accedo a entrar me detengo al oír lo siguiente:
— Ahora hará como que no pasa nada, volveremos a casa y todo seguirá igual.— Gruñe guardando sus cosas en la mochila, enfadado.— Lo odio.
Entro y cierro la puerta tras de mi, haciéndolo saltar sobre su sitio.
— No, eso no es cierto. No me odias.— Le digo seguro y sonrío gentil, acercándome a él.— No tengo intenciones de hacer como que no ha pasado nada. Es más, toma asiento y escúchame.
Cruzándose de brazos, acata mi orden, sentándose sobre la cama.
— ¿Vas a escucharme?— Le pregunto.
— Si no tengo más opción...— Murmura.
Mi mini versión...
— Aquel día, en aquella fiesta, tuvimos un conflicto con unas personas.— Digo.— Tras ese conflicto me separaron de Egan. Tahiel, ¿Sabes que ocurre cuando te separan de tu alma gemela? ¿Lo has dado en clase?
— Sí.
— ¿Pues que ocurre?
— El Lobo... El lobo se siente morir.— Musita.
— Exacto. Pensar que me habían arrebatado a Egan hizo que la angustia y el miedo se apoderaran de mi. No sabía que hacer. Pensé que le harían daño y eso, el solo pensar que algo así sucedía, me hacía sentir morir.— Le explico con suma delicadeza.— Tenia la mente nublada. Eso no justifica que tuviese que pagarlo con mi hijo. Pero soy tu padre, Tahiel. Pase lo que pase, soy tu padre y siempre me tendrás a tu lado. No tienes que perdonarme, pero quería que lo entendieras. Lo lamento.
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MI SALVAJE ADICCIÓN (En pausa)
Loup-garouCuando un hombre o mujer lobo nace inmediatamente la Diosa Luna la empareja con un lobo y con su media naranja o alma gemela, como queráis llamarlo, a mi me da lo mismo. Cómo Alfa que soy siempre esperé encontrar a mi alma gemela, no para vivir una...