•~Capítulo.71.~•
ARMIN
Pues aquí me encuentro yo, pagando muchos miles de euros por y para limpiar el nombre de mi mejor amigo y de su alma gemela. No sé cuántos miles han sido, tampoco me importa mucho, pero no podía dejar que la prensa se llenara de mierda en menos de veinticuatro horas hablando estupideces sobre Dedrick e Egan, estupideces que no eran ciertas y aunque no tuviera pruebas no las necesitaba. Confío en ellos.
Con toda la calma salgo de la agencia de noticias con la cabeza en alto y abrochándome mi chaqueta de traje, poniéndome mis gafas de sol y caminando con toda la calma hacia el coche de Edel.
— Listo.— Le digo nada más entrar al auto de copiloto.— Nada mas ver el cheque se dejaron arrastrar por mi labia.— Sonrío arrogante.
Emprende el camino a casa.
— ¿Crees que Frida esté bien?— Me pregunta.— Pero sobretodo, el bebé. Si mueren realmente habrá sido una estupidez que Dedrick estuviese separado de Egan durante dos años.— Razona él, notablemente molesto.
Me encojo de hombros.— Diosa Luna lo decidirá. Recuerda que es Diosa Luna quien nos hace tomar según qué caminos, si en el de ambos está el camino de la muerte por algo debe ser. Al igual que estos dos años que pasaron separados. Diosa Luna lo quiso así.— Comento sacando un Chupa Chup de mi bolsillo.
Desenvuelvo el Chupa Chup y no tardo en meterlo en mi boca, disfrutando del nuevo sabor a cereza que sacaron hace poco.
— Admiro la capacidad que tienes para que te dé igual todo.— Dice con sorna, negando con la cabeza.
— Ya me estresé bastante hace dos años, en la boda esa.— Refunfuño.
— Hace dos años.— Repite metido en sus pensamientos.— Eso significa que desde ese tiempo has estado viviendo bien y tranquilo, ¿No? No estar conmigo al parecer te hace bien.— Suspira.
Lo miro por encima de mis gafas y saco la piruleta de mi boca, dándole una última lamida antes de ladear la cabeza en su dirección.
— No te equivocas.— Afirmo, simple.— ¿Y tú? ¿Ya has conseguido superarme? ¿Vas al psicólogo?— Le pregunto.
De reojo me mira y ríe negando con la cabeza, lo que me hace sonreír de lado y encogerme de hombros, antes de volver a fijar mi mirada delante mío, el camino.
— Joder, no me trates como si estuviese loco.— Ríe.— Estuve... Estoy enamorado de ti. Y no, no voy al psicólogo. Esto lo arrastraré un buen tiempo, pero estaré bien si eso te preocupa.— Dice encogiéndose de hombros.
— Me alegro.— Me sincero palpando su hombro.— Cuando eso pase... No, incluso si no pasa, folla mucho, bebe lo suficiente y sé feliz.— Le sugiero.
Ríe.— ¿Me invitarás tú a beber? Claro, antes de que vuelvas a viajar.
— Mientras no te me tires encima.— Me burlo.
— Bien, lo intentaré.— Ríe aún más fuerte, causando también mi risa.— Ay, qué tonto eres.
Mientras que estos dos para unos han sido una pesadilla, para otros ha sido algo rehabilitador, sanador e incluso pacificador. Parecía que Edel ya se había mentalizado el hecho de que Alemania no iba a ser mi única parada, al igual que él tampoco iba a ser el ser con el que yo decidiera estar. Al contrario, lo aceptaba con una sonrisa, pero yo y muchos otros sabían de sobra que esa sonrisa no era verdadera, que aún dolía, pero supongo que lo que nos aliviaba era el saber que doliera lo que le doliera, iba a superarlo... Iba a superarme. Y eso iba hacer que volviéramos a ser lo de antes: amigos.
ESTÁS LEYENDO
MI SALVAJE ADICCIÓN (En pausa)
Hombres LoboCuando un hombre o mujer lobo nace inmediatamente la Diosa Luna la empareja con un lobo y con su media naranja o alma gemela, como queráis llamarlo, a mi me da lo mismo. Cómo Alfa que soy siempre esperé encontrar a mi alma gemela, no para vivir una...