~•MALDITO OMEGA•~

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•~Capítulo.82.~•

MICHAEL

— Quémalas, tíralas, regálalas... No sé, haz lo que quieras. Me la suda.— Le digo a Rose.

— Pero están muy lindas.— Lloriquea viendo la enorme cesta infestada de rosas.

No se rinde. Desde hace horas el cartero no deja de traer flores, bombones, obsequios... Por parte de Edel. En todos y cada uno de esos regalos ha puesto un mensaje en el que me pide que deje ser tan arisco pero que aún así me veo lindo o simplemente que nos veamos. También, sin saber cómo ha conseguido mi número no deja de mandarme mensajes y aunque ya he hecho el intento de bloquearlo, tanto sus mensajes como llamadas siguen llegando.

— No parece un mal hombre.— Susurra mi nana encantada con los regalos.

Sí, ella al parecer se lo ha tomado de cachondeo. Es como si todo fuesen regalos dedicados a ella. Está contentísima. Ignora mi cara de pocos amigos. Al parecer le da igual que ese mismo hombre que me manda estas cosas sea el mismo que ha evitado nuestro viaje de vuelta a Inglaterra, que haya buscado información hacia nuestras personas, invadiese mi casa, me acosara... Se la suda totalmente.

— No seas malo, mi niño. Solo dale una oportunidad.— Me pide ella sonriéndome coqueta.— Lo hemos visto, es guapo y adinerado, alto y atractivo, ¿Porqué no?

La miro furtivamente y ella disimula acariciando el oso de peluche gigantesco que también me ha regalado.

— ¿Quieres que me pase lo mismo que con Angelo? ¿Eso quieres? Tú fuiste testigo de lo mal que lo pasé y aún así quieres que me vuelva a arriesgar.— Gruño poniéndome en pie y dando grandes zancadas hacia las escaleras, dirigiéndome a mi habitación.— Tíralo todo.

— Pe...

— ¡Tíralo!

No iba a arriesgarme. No iba a ser tan tonto para volver a caer en una telaraña de esa magnitud. Edel parece ver todo como un juego. Es todo un hombre pero se comporta como un niño inmaduro que debe obtener lo que quiere si o si. Yo, personalmente, no tengo intenciones de darle ninguna oportunidad. Si quiere seguir mandando regalos, que lo haga, los tiraré, regalaré o quemaré todo. ¿Quiere seguirse acosando? Que lo haga, se aburrirá. Aún si tengo que quedarme aquí en Alemania estaré bien siempre y cuando tenga a Rose, da igual, no caeré en la palma de su mano.

Quizá Edel y Angelo no sean la misma persona, quizá no me vaya a pasar lo mismo, pero para saber eso debería arriesgarme y no es algo que vaya a hacer, y tarde o temprano él lo deberá entender.

Mi móvil en mi bolsillo vibra y al tomarlo y encenderlo veo que se trata de un mensaje en mi correo electrónico proveniente de la empresa número uno en modelos, dirigida por Dedrick Ritcher Klein, Rickle. Al abrir el correo, leo:

Buenas tardes,

Michael Luís, tenemos la dicha de comunicarle que sería un honor para nosotros que en la fecha 07/09/24, se presente a nuestra empresa conocida como Rickle y reconocida por ser la mejor agencia de modelos del país y muy pronto del mundo, para empezar a trabajar con nosotros como uno de nuestros modelos profesionales.

Puede acudir en esa fecha y pasar por nuestro departamento, dirigido por Edel Zimmermann, Ada y Armin Wolf Becker. Ahí se le presentará a sus compañeros de trabajo y se le ayudará a resolver sus dudas. Deseamos que esta nueva etapa de su vida profesional constituya todo un éxito tanto para usted como para la empresa.

MI SALVAJE ADICCIÓN (En pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora