CAPITULO 95

115 8 0
                                    


NARRADOR

En la mansión Mashluck, Serena y Robert, quien ya había regresado de su trabajo, habían terminado una cuantiosa cena, en un mensaje le notificó a Danko que sus padres los visitarían para hablar de su boda, que el tío Jack también venía, estaba muy seguro de que su amado ruso leyó el mensaje

Todo estaba listo, los minutos seguían su curso y ninguna noticia de su amado, Serena lo llamó dos veces y no contestaba el celular, se acercaba la hora en que las visitas llegarían, entonces ambos decidieron ir a buscarlo a la empresa, porque Él mismo les notificó que allí estaría

Dejaron ordenando que tuviesen todo caliente, salieron juntos en uno de los autos de Danko, en el camino hablaban entre ellos cuando Serena se percató al revisar el celular de Robert, de que Danko no había leído el mensaje y se lo comentó

—Robert, Danko no ha leído el mensaje que le mandaste, no sabe lo de la cena con nuestros invitados

Eso le pareció muy extraño a Robert, que expresó con dudas

—¿Qué?, ¿no lo leyó?, pero si siempre está revisando mis mensajes, que raro

Cuando llegaron al estacionamiento de la empresa, atisbaron la moto de Danko aparcada en su lugar destinado al dueño, se bajaron del auto, caminaron hasta el ascensor, Robert sacó la llave para ingresar, entraron ambos y subieron hasta el piso en donde se encuentra la oficina de su amor ruso

Salieron del ascensor, se encontraron con las luces encendidas del pasillo principal, supusieron que estaba en la oficina todavía, cuando llegaron al escritorio de la secretaria notaron el bolso de ella que se encontraba todavía allí, Robert solo sonrió con picardía y soltó en voz baja

—Serena, creo que... Danko está un poco... ocupado

Ella lo miró para musitar indagando curiosa

—¿Estás seguro Robert?

Él la abrazó de improviso para acotar

—Mira esto, bolso de una mujer

Caminó hasta la puerta y movió el pomo para proseguir divertido

—Puerta cerrada, ¿qué crees que está pasando?

Ella hizo cara de asombrada y comentó

—Oh, ya entiendo, pero Danko siempre llama cuando va a hacer cualquier cosa, no nos deja esperando

Robert observaba a Serena haciendo muecas con su boca por unos momentos, hasta que musitó

—Yo creo que... a lo mejor, lo olvidó, Serena... ¿Qué te parece si...? Lo pillamos infraganti?, será muy divertido, jajajaja

Ella también se rio para acotar

—Pero... está con seguro Robert, ¿cómo vas a abrir la puerta?

Robert, entre medio de las risas, metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó un llavero dorado con dos llaves y acotó

—¡Sorpresa!, Danko me dio las llaves de su oficina y de su cuartito escondido, para cuando queramos darle alguna sorpresa deliciosa y hoy le vamos a dar una sorpresa, pero de susto, jajajaja

Robert metió la llave en la cerradura de la puerta de la oficina y la abrió muy despacio, atisbo hacia adentro y se encontraba vacía, Serena, ingresó después, vio a Robert caminar hasta una puerta lateral, la llamo para que lo acompañara y le susurró

—Prepárate para ver acción porno, jajajaja

Metió la llave en forma muy sigilosa esta vez, pues no quería alertarlo, en cuanto abrió la puerta se sentía el vapor caliente salir de allí dentro, las luces tenues iluminaban la cama con sábanas de seda, entonces ambos miraron que había dos cuerpos abrazados, se acercaron un poco más y allí estaba Danko dormido profundamente porque sus ronquidos se escuchaban, abrazando a una pequeña mujer también dormida

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora