CAPITULO 73

130 9 1
                                    

Cuando me di vuelta para dejar la cena en la mesa me percaté de que Alessandro seguía durmiendo, me parecía mentira que una persona tan disciplinada, tan correcta, siga durmiendo como si fuera un holgazán sin oficio ni beneficio, sin embargo me quedé observándolo dormir, estaba boca arriba, la almohada a un lado, roncaba pausado y su mano arriba de su cabeza

Me acosté junto a Él para acariciarle el cabello y besar su frente, bajando después por el puente de su nariz hasta llegar a sus labios en donde le fui dejando unos pequeños piquitos de cariño, pues me levanté y como si le tuviese odio lo comencé a mover con fuerza y casi gritándole

—¡Alessandro!, ¡despierta ya! Levántate dormilón

El pobrecito se despertó sobresaltado por mis gritos diciendo tembloroso

—Ya... ya me... me desperté, ¿Qué pasa? Mi amor ¿te paso algo?

Me desternillé de risa, mis carcajadas no paraban porque verlo como se despertó y cómo reaccionó a mis gritos, ya no pude contenerme, pues su mirada venía desde el suelo, porque del susto cayó llevándose la sábana consigo

Parece que le contagie la risa porque escuchaba como se reía allí tirado patas arriba envuelto en la sábana, traté de ayudarlo a desenredarse de la misma y que se levante para que cene, sin embargo al levantarse me dio un pequeño beso y se fue directo al baño, demoró un poquitín y salió secándose las manos

Se sentó para degustar la cena que todavía estaba caliente, lo miraba mientras comía y cavilaba si decirle todo lo acontecido con el idiota ese de Nicolay, quería estar tranquila con Él, pero también no quería esconderle nada, porque en ese momento le estaba dando la razón a sus palabras dichas antes, de que no le gustaba para nada la presencia de Nicolay

Esperé que terminara de comer me miraba a cada momento risueño, sin embargo yo no le decía palabra alguna, cuando terminó comentó

—Mi amor que rica cena, aunque me hubiese gustado comer contigo, pero la verdad es que me ganó el sueño, aún así estoy feliz pues estás aquí junto a mí, te amo

Le respondí con todo mi amor

—Yo también te amo Alessandro, quiero decirte que... ehm, no quiero dañarte la cena, sin embargo no pudo callar lo que pasó mientras dormías mi amor

Su semblante cambio de lo risueño que estaba a uno de preocupación y me indagó

—¿Qué es lo que sucedió mi amor? dímelo, por favor

Tomé aire para comenzar a narrarle todo lo que sucedió desde que salí de la habitación, las palabras molestas de Nicolay en todo el tiempo en que estuvimos en el mismo sitio, Alessandro estaba con su rostro enojado ya, pero antes de que explotara me levanté de mi sitio para acercarme a Él y abrazarlo pidiéndole

—Espera mi amor, mi papá le advirtió ya y me pidió perdón, sino que yo no confío en Él para nada, tenías razón mi amor en lo que me advertiste

Alessandro me miró diciendo

—No quiero que te siga molestando o indisponiendo Kiara, ya me tiene harto y yo... no voy a dejar que esto pase inadvertido mi amor

Se levantó se limpió la comisura de sus labios con la servilleta, caminó hacia la puerta y al abrirla se topó con mi hermano Danko que lo saludó risueño

—Hola Alessandro, has dormido mucho hombre, Kiara cenó sola con nosotros

Mi novio le contestó muy serio

—Hola Danko, ¿dónde está Nicolay?

Mi hermano lo miró muy extrañado por la pregunta, pero le respondió muy sereno

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora