CAPITULO 97

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Mirarlo allí parado observándome con mucha atención, esperando que responda a su pregunta, me le acerqué para tomarle de la mano y hacerlo sentarse en la cama junto a mí, lo miré primeramente para darme valor y fuerzas para hablar, pero ver esos ojos llenos de amor que me miraban me hizo suspirar con un poco de desaliento, pero debía continuar a pesar de eso, inhale muy profundo para después soltar el aire y decir

—Danko, quiero decirte que... paso algo allá en la empresa

Me quedé en silencio un momento para seguir

—Todo estuvo tranquilo hasta que en el ascensor Anna hizo algo que... que me hizo darme cuenta de que yo...

Lo miré a su rostro que denotaba mucha atención y extrañeza por mis palabras, resople un poco para proseguir

—Danko, yo... yo hice el amor con Anna en el ascensor

Él reaccionó con un

—¿Qué?, me estás diciendo Robert, que tú... ¿Tú te follaste a Anna?, pero ¿cómo?, ¿cómo fue que pasó?, dímelo, no entiendo, ella recién supo lo que es el sexo y ¿cómo es que tú?

Le increpé de inmediato para detener todas sus palabras que salían muy aprisa debido a su sorpresa

—¡Espera Danko!, por favor, ¡espera!, lo que pasó es que no fue una simple follada

Volví a sentarme para seguir

—Le hice el amor a Anna, eso es otra cosa, yo... sentí con ella aquellas maripositas en el estómago, lo que sentí con ella fue algo sublime, fue como si ella fuera mi mitad, la mitad que me pertenece, esa mitad que está destinada para mí

Dije estas palabras mientras me miraba mis inquietas manos, entrelazarse entre sí, al terminar alcé mi mirada para verlo, estaba con una gran O hecha con sus labios, pero sus ojos abiertos grandes por la sorpresa, cuando se levantó resoplando, sus gruñidos y bufidos de rabia se escuchaban allí dentro, comenzó a caminar de un lado a otro sin decirme nada a mí, yo estaba muy nervioso por ello

Se quedó de espaldas en silencio ya, muy callado, yo veía su espalda que se movía debido a su inquieta respiración, cuando musitó

—¿Estás seguro de lo que sientes Robert?

Esta vez no me dijo mi amor como acostumbra, solo me dijo mi nombre al preguntarme, pero yo estaba muy seguro, estos sentimientos no los había sentido por nadie, esto era muy fuerte para mí, estaba resuelto a llevarlo en mi vida

Me levanté para responderle cuando unos gritos se escuchaban que provenían de la parte de abajo, ambos nos miramos muy serios al reconocer esa voz, se escucharon unos pasos apresurados en la escalera, después en el pasillo para posteriormente ver que la puerta se abrió de par en par dejándonos ver a una sollozante Anna que resoplaba observándonos a los dos, camino dos pasos para ponerse frente a Danko y hablar

—¡Perdóneme Danko!, yo... yo tengo la culpa de todo lo que pasó

Para mi sorpresa ella se arrodilló ante Él y casi gritar

—No lo culpe por favor, yo... yo fui una estúpida por hacerle eso

En la puerta asomaron mis padres, el tío de Serena, y ella, mirando lo que sucedía en la habitación, me acerqué a Anna para ayudarla a levantarse y decirle

—¡Cálmate!, por favor, yo... estaba recién hablando con... Danko

Cuando Él pidió a los demás con su voz gruesa y ronca, esa voz casi nunca la escuchábamos

—¿Podrían esperarnos abajo?, quiero hablar con... Robert

Serena lo abrazó para después mirarme con tristeza e irse llevándose a todos los demás mientras decía

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora