LOS FETICHES DE MI PADRE

CAPITULO 153

NARRA ALEXANDER

Yo Puedo amar mucho a Danko, pero sí, ya se sobrepasó, le advertí tantas veces de que no tomara ninguna clase de alcohol y Él va a ese bar para hacerlo y más me molesto que lo vi ligando. Lo estaba haciendo adrede, cuando me acerque a su mesa y moví un poco la cortina, los vi y esa mirada de deseo hacia ese jovencito me lleno de rabia, a cada momento le tocaba las manos, se las entrelazaba. Trate de tranquilizarme y regrese hacia donde estaba Kiara, entonces vi a Rosita y a Kuki, hablaban entre ellas, después me hicieron a un lado.

Ellas ni siquiera pidieron permiso, simplemente abrieron esas cortinas del reservado y se enfrentaron a Danko, me hacía mucha gracia escuchar a Kuki reclamándolo como marido mientras Rosita se deshacía del jovencito todo asustado. Danko se enojó gritando de que solo son sus amantes, de que no tienen el derecho de reclamarle, yo estuve por unos momentos muy moderado, solo como espectador, hasta que me canse de sus arrebatos, entonces me acerque y le ordene que regresáramos a casa, no sé qué semblante habré puesto en ese momento porque Danko me miraba con temor.

Le di la mano a Kiara para salir del bar, detrás venía Danko en compañía de su hijo, de Nicolás, de Rosita y de Kuki, ya afuera entramos al auto Kiara y yo, en el asiento del pasajero se sentó mi esposo, yo estaba de verdad con mis sentimientos encontrados, estaba furioso, Kiara solo me observaba y note que mi esposo a cada momento me miraba por el espejo del pasajero, opte por ser indiferente para irnos en paz hasta llegar a la casa.

En el otro auto se fueron los demás, en el trayecto pensaba muy bien las cosas, pues allá en casa están Alessa y Serena, ellas deben estar en un ambiente tranquilo por sus embarazos, pero Danko hace justamente lo contrario. Estaba sopesándolo todo, sentía sus miradas y su rostro de arrepentimiento, pero, eso no me hacía efecto alguno, vi que ya estábamos muy cerca y una idea se me metió en la cabeza, sonreí para mis adentros y solamente espere a llegar para hacerlo efectivo.

El chofer estacionó al pie de la entrada principal, baje primero me di vuelta para abrir la puerta para que Kiara se bajara, ella se bajó y me pregunto.

—Señor Alexander, ¿qué hacemos ahora?

Espere a que el otro auto dejara a sus pasajeros y ordene en alta voz

—Todos se van a la sala, Danko y yo subiremos para hablar y solucionar esto

Todos se adelantaron en ingresar a la casa, mientras Danko salió del auto un poco tambaleante porque sí había tomado mucho, simplemente lo observe a sus ojos y le ordene.

—Quiero que subas y me esperes en tu balcón, cierra esas cortinas, pero tú me esperas en la parte de afuera, solo entraras cuando yo te llame, ¿entendido?

Solo me asintió con la cabeza, se adelantó, entro y yo detrás caminando más despacio, dándole tiempo a que acatara mis órdenes, fui hasta la sala y todos me miraban con ansiedad, con dudas, hasta que Rosita toda curiosa me indago.

—Alexander, ¿qué vas a hacer?, vimos a Danko subir casi corriendo la escalera

Los contemplé a todos para acotar resoplando

—A eso voy, a terminar con todo esto

Mi hijo se acercó para hablar

—Papá, ¿no estarás pensando en... separarte?, tú sabes que Él te ama

Acaricie la mejilla de mi amado hijo para recalcar

—Ya lo verán, esto lo soluciono yo, no se preocupen

Inhale profundamente y camine hasta la escalera, puse un pie en el primer escalón y regrese mi mirada a todos, entonces les brinde una cálida sonrisa, me di vuelta y comencé a subir la escalera, al llegar arriba, fui hasta la puerta de la habitación matrimonial entre y cerré la puerta con seguro. Las cortinas estaban cerradas, fui hasta allá, las abrí un poco y lo vi, allí estaba asomado mirando hacia afuera, sonreí y me di vuelta para prepararlo todo, esta vez no iba a ser el mismo de siempre, esta vez Danko, iba a conocer mi parte mala. Estaba todo listo, me quede solo en bóxer, fui al balcón y le hable por detrás