Yo solo lo escuché, estaba preparada para todo lo que deseara hacerme así que solo me deje hacer, beso mi espalda sin moverse por unos momentos, después me sacó su polla de mi coño y sentí como su lengua entraba y salía de mi trasero, sentí un poco de escalofríos pues nunca me había poseído por allí, sin embargo yo estaba deseosa de sentirlo, su lengua pecaminosa rodeaba mi ano a veces sentía como si me besara por allí, de repente metió un dedo haciéndolo entrar y salir, después metió otro más, parecía como si buscara algo allí dentro
Sentía un dolorcillo con la invasión de sus dedos hasta que metió el tercero y me musitó
—Duele un poco al principio, pero después gozarás conmigo mi amor, quiero que me sientas como lo deseas tanto, como tu macho, como tu dueño
Me sacó los dedos y se posicionó atrás de mi, sentí la cabeza de su polla que la repasaba de arriba hacia abajo y de a poco la comenzó a meter, cuando comenzó a ingresar me dolió, me sobresalté, pero muy despacio la sacó un poco y después nuevamente la comenzó a meter y sacar hasta que logro introducirla completa y se quedó muy quieto allí, acariciandome las nalgas y a veces golpeando cada una con sus manos
Sacaba un poco su polla y me golpeaba con una mano una nalga, después me la metía muy despacio, al principio fue entrando y saliendo muy suave y despacio hasta que ya sentía un dolorcillo tenue y el placer estaba llenando ese espacio, mis gemidos debieron avisarle que ya no estaba sintiendo dolor sino placer, pues comenzó a embestirme con fuerza con ímpetu
Cada arremetida la sentía llena de deseo de lujuria, una sensación placentera, yo estaba gozando con el sexo anal, me estaba gustando que solté un gran gemido y exprese
—Tómame mi amor, soy toda tuya, eres mi dueño, mi señor
Ante esas palabras sentí que aceleró sus embestidas sus caderas choaban con las mías por la fuerza en que me penetraba y sus jadeos se escuchaban por toda la habitación y sus susurros
—Eres mía, toda mía, soy tu dueño y señor
Me agarro del cabello haciendo mi cabeza para atrás, se agachó un poco para besarme mientras me embestía, me sentía plena en ese momento, poseída por mi dueño, la forma en que su lengua deseosa recorria mi boca, solto mi cabello para seguir embistiéndome ya con más fuerza, sus manos me agarraban mi cadera para penetrarme más fuerte
Su mano acariciaba mi botoncito a la par de sus embestidas, llegué a mi orgasmo casi gritando de tanto placer y Alessandro no tuvo pudor alguno porque lanzó un grito escandaloso al estar llegando a su clímax y yo sentí su semilla caliente llenar mi cavidad anal
—Mierda, que rico culo apretado carajo y es mío todo mío
Hizo algunos movimientos más y se quedo quieto por unos momentos y sentí sus labios besando mi espalda, hasta que salió de mi cuerpo y se acostó a mi lado jalándome para ponerme encima de Él, caí boca arriba y sentí que sus fluidos salían por mi ano y lo mojaban también a Él, sin embargo no le importaba porque me susurro al oído a la vez que lamia el lóbulo de mi oreja
—Te amo mi amor, fue algo grandioso, gracias por darme tu primera vez sin oposición de tu parte, creo que se me pasó la mano en hacer el papel de macho semental, ¿te dolió mi amor?
Me viré para estar frente a frente acaricié sus cabellos, su rostro y le contesté mirándolo con picardía
—¿Y a quién le importa si me dolió o no? Eres mi macho, mi hombre, mi dueño y señor, dueño de todo mi cuerpo, te amo por eso quería sentirte de esa manera, no solo sentir que me amas sino que me deseas con tantas ganas que quieras hacerme tuya como si fuera tu esclava y tu mi dueño, te amo Alessandro y te amaré toda mi vida, sin embargo te advierto una cosa mi amor
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LOS FETICHES DE MI PADRE
RomanceKiara promete a su padre cumplirle los caprichos más banales que se le ocurran, lo que no imaginaba era que le iba a pedir toda clase de juguetes sexuales, personajes para cumplir sus raros fetiches sexuales y todo por pendeja y abrir su bocota