NARRA DANKO
Tenía la billetera de mi esposo en mis manos, Robert me abrazo para decirme
—Danko, regresemos a casa, creo que... debes decirles a toda la familia lo que sucedió, no puedes esconderlo, no vas a poder tenerlo en secreto
Alessandro se unió a ese pedido, pues me habló triste
—Creo que Robert tiene mucha razón, a pesar de que mi mamá y todos los demás van a preocuparse, es necesario que lo sepan
Yo solamente estaba inmiscuido en mi mente, encerrado en ella, imaginaba por lo que estuviese pasando Alexander, en donde estaría, como lo estarían tratando, quiero salvarlo, quiero protegerlo, no quiero ni imaginarme que lo tengan encerrado en algún lugar, Él le tiene miedo a la soledad, tiene miedo estar en sitios cerrados, me levante todo furioso y grité.
—¿Por qué a Él?, Maldita sea, tiene claustrofobia, se va a volver loco si lo dejan encerrado solo y...
Me di vuelta para ver a Alessandro y a Robert y decir
—Tengo miedo de... decirles a los demás, tengo miedo de que les haga daño en sus embarazos. Tu mamá tiene riesgo en ese embarazo, podría... podría perder al bebé
Alessandro se me acercó y me conminó
—Debemos avisarles, no podemos esconderles ya nada de esto, iban a darse cuenta en cualquier momento
Me subí a una patrulla junto con ellos dos, el tío de Robert se fue en otra para regresar a la jefatura y seguir investigando. Alessandro trató de calmarme hasta que Él ya no pudo más y se derrumbó en llanto, es su padre, como no va a sufrir por todo esto, lo oía decir lo aterrado que estaba por la reacción de su madre, de su esposa. Yo, en cambio, pensaba en Serena y en mi hija también, esta noticia las va a devastar.
Ya estábamos por llegar a casa, por inercia apreté la mano de Robert que estaba sentado a mi lado con su cabeza en mi hombro reconfortándome, alzo su cabeza para decirme.
—Ten fuerza Danko, respira hondo, por favor
Trataba, pero se me hacía muy difícil, la noticia no era nada fácil de decirla. Salimos ya del auto, los guardias nos observaban, sin embargo, entramos ya por la puerta principal, se escuchaban las voces de todos allá adentro, miraba a Alessandro que se limpiaba las lágrimas con su pañuelo. Cuando entramos hasta la sala el parloteo se hizo mucho más intenso, voces de niños, de adultos se oían ahí, lo primero que vi al entrar fue a la familia casi entera que estaban de visita, en ese momento casi me derrumbo si no fuese porque Alessandro se puso frente a mí para decirme con firmeza.
—Danko, por favor, espere, voy a hablar con Nicolás y con los niños
Se adelantó y fue recibido por mis nietos, todos mis hijos y los demás, hablo algo con Nicolás que le asintió con la cabeza y escuche que les pedía a los niños que acompañasen al tío Nicolás que los mayores deben hablar algo a solas. Todos los chiquillos me saludaban con sus manitas, haciéndome llenar mis ojos de lágrimas y más al ver a Alessa y a sus hijos que sonreían ignorando todo lo que estaba sucediendo.
Cuando se fueron los niños en compañía de Nicolás, Alessandro les pidió a todos que se sentaran porque yo debía darles una noticia. Kiara me clavo su mirada de preocupación, ella me conoce muy bien y ya debe de haberse dado cuenta de que algo malo pasa. Serena y Alessa se sentaron a su lado sin quitarme la mirada de encima, entonces yo me situé en medio de la sala y solté la noticia si tapujos de ninguna índole.
—Alexander... fue secuestrado
El grito fue unísono al principio, pero después me llovían las preguntas
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LOS FETICHES DE MI PADRE
RomantikKiara promete a su padre cumplirle los caprichos más banales que se le ocurran, lo que no imaginaba era que le iba a pedir toda clase de juguetes sexuales, personajes para cumplir sus raros fetiches sexuales y todo por pendeja y abrir su bocota