Pasaron varios días y estaba trabajando en mi empresa primero, deje todo listo y fui a la empresa de Danko porque a estar asociadas también debía ayudar, ya que Alessandro estaba en la universidad en exámenes finales y no podía ni ir al conservatorio o a la empresa de Danko, Kiara, en cambio, estaba muy ocupada con los niños y su embarazo.
Cuando llegue a la empresa de Danko note que estaba estacionada su moto en su sitio, me extraño porque no me dijo nada que pensaba venir, sin embargo, no me importo al fin y al cabo la empresa es de Él, subí en el ascensor, al salir casi me choco con Anna que cruzaba por ahí en ese preciso momento al verme me miro reacia y me saludo fríamente y eso me extraño, pero, como a mí no me gustan las cosas a medias y quedarme con las dudas, pues la llame.
—Anna, ven acá un momento
Ella resopló antes de darse la vuelta a mirarme hosca y preguntar
—Dígame señor Alexander
Escuchar decirme "señor Alexander" cuando siempre me ha saludado solo Alexander, me extraño e indague curioso
—Anna, ¿Qué está pasando?, ¿acaso estás enojada?, ¿tienes algo contra mí?
Ella me miró muy seria para decirme
—Lo que pasa, señor Alexander, es que usted, como el señor Danko, son los dueños de esta empresa y yo soy una simple asistente que no debe dirigirse a ustedes como si yo fuese su igual, con permiso
Me dejo bocabierta su actitud, sin embargo, me di el trabajo de seguirla sin que se diera cuenta, entro al sitio de las fotocopiadoras y la vi por una rendija de la puerta que se recostó a sollozar, puso los papeles en la copiadora, pulso el botón y se sentó a llorar, eso me dolió, me quede pensando en las palabras que me dijo y lo único que me imagino que debe de haber pasado es que Danko se volvió loco, se volvió un déspota con ella.
No me quede tranquilo y recordé a una de las secretarias más antiguas y la llame hasta un escritorio alejado, ella vino y me saludo.
—Buenas tardes, señor Alexander, dígame
La miré a los ojos directamente para preguntar
—Chiara, ¿usted vio algo raro en Danko?
Su faz cambió de inmediato y su cuerpo reacciono tembloroso y me exclamo muy nerviosa
—¿E... El señor Dan... ko?, ehm, yo no sé qué decirle
Le tomé de sus manos para hablar
—Escucha Chiara, esto quedará entre nosotros, solo dime lo que viste, ¿acaso Danko te hizo algo?
Ella soltó unas lágrimas antes de decir
—Es que el señor Danko, desde que llego ha estado hostil con todos, a Anna le grito, ella solamente lo saludó como siempre lo hace y Él... Él le reclamó como nunca antes lo había escuchado
Le indagué lo que escucho y respondió
—Le grito de que ella es una simple asistente y que debe tratarlo a Él como lo que es, el dueño de esta empresa, que no sea igualada y al final, oh... la trato de... de (soltó unas lágrimas y continuo) estúpida que te crees mucho por haberte casado con mi antiguo amante
Eso me descoloco, eso me sorprendió, le dije que, se calmara que yo solucionaría todo esto, que tenga paciencia, hay algo que debe de saber Chiara yo le tengo mucha confianza, lo que sucede es que Danko y yo estamos distanciados, estamos peleados y así esta desde hace una semana, por eso no venía al trabajo. Chiara me dijo que comprendía, pero que todos los empleados están asustados, porque temen que por cualquier mal paso pueda despedirlos. Le dije que no teman, que hoy se resuelve todo, que no habrá despidos y ya veré cómo calmo a mi esposo que no se preocupen. Chiara se fue y Anna salía con las copias en sus manos, yo iba detrás de ella y antes de llegar a su escritorio le hablé.
ESTÁS LEYENDO
LOS FETICHES DE MI PADRE
RomanceKiara promete a su padre cumplirle los caprichos más banales que se le ocurran, lo que no imaginaba era que le iba a pedir toda clase de juguetes sexuales, personajes para cumplir sus raros fetiches sexuales y todo por pendeja y abrir su bocota