CAPITULO 104

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Nos apresuramos a salir del jardín, al llegar hasta la puerta, las voces eran mucho más fuertes en la entrada, caminamos hacia allá y allí estaban Danko y Nicolay en silla de ruedas, mi papá estaba abrazando a mi hermano mientras Serena saludaba a Nicolay que solo le dio la mano y murmuró algo que no alcancía escuchar, nos acercamos para saludarlos, Danko y yo nos abrazamos le musité

—¡Bienvenido Danko!, ¡Bienvenido a tu casa!

Me agradeció mientras sonreía, después Alessandro también lo abrazó, yo me acerqué a Nicolay que me miró con gran tristeza y acotó saludándome en voz baja

—¡Hola Kiara!

Le respondí muy jovial porque me dolió mucho verlo en esa silla de ruedas y su semblante lívido que demostraba su sufrimiento, parecía que no solo era dolor interno sino de ánimo, le respondí

—Bienvenido Nicolay!

Me sonrió, pero su mirada que antes era pícara, burlona, ya no existía para nada, ahora era una mirada llena de tristeza, todo ese resentimiento que sentía por Él se evaporó instantáneamente, no por lástima, sino porque la vida le cobro muy horrible, Danko se le acercó para besar sus resecos labios, le brindó una cálida y amorosa sonrisa y le expresó

—Mi amor, ya te llevamos al comedor, ¿tienes hambre?

Nicolay le respondió con su voz baja como si tuviese dificultad de respirar

—Sí, mi a... mor, ¡tengo un po... co de ham... bre!

Mi hermano empujó la silla de ruedas hasta el comedor acompañado de mi padre, Serena se quedó junto a nosotros para de repente soltar unas lágrimas y decir

—¡Jamás creí ver esto!, yo... yo quería que sufriera por lo patán que se comportaba, pero, ¿esto?, Kiara, ¿no crees que esto es demasiado castigo?, luce demacrado, como si no tuviese ganas ya de vivir, sus ojos ya no brillan, además a tu hermano debe dolerle el alma verlo de esa manera

Alessandro solo observaba el comedor, miré a Serena para decir

—Serena, a veces la vida te cobra con creces, sin embargo, mi hermano no es culpable de nada, no lo demuestra, pero imagino que por dentro sufre ver a su amado novio, a pesar de que el médico nos comentó que están haciendo efecto las medicinas

Alessandro me abrazó para acotar

—Nosotros apoyaremos a tu hermano Kiara, trataremos a Nicolay de manera afectiva, sin reclamos ni nada, debemos hacerle sentir que aquí lo queremos

Nos abrazamos los tres y nos dirigimos hacia el comedor, nos sentamos junto a los demás, conversamos amenamente, Alessandro narró un chiste y nos hizo reír hasta Nicolay se río, ante la mirada llena de amor de mi hermano, seguimos allí hasta que terminaron de desayunar, Nicolay algo le dijo al oído de Danko, que le asintió con la cabeza y habló

—Yo... me voy a llevar a Nicolay a mi habitación, debe descansar y tomar las medicinas

Mi papá se levantó para decir muy serio

—¡Espera hijo!, yo lo llevo, tú debes adelantarte y tener todo listo para que se acueste y descanse

Mi papá se acercó a Nicolay le pidió que alzara sus manos y que se agarrara de su cuello y así lo hizo, lo cargó como si no pesara en absoluto, mi hermano subió muy aprisa las escaleras, mientras mi papá lo hacía muy despacio, Alessandro me miró y me pidió

—Síguelos mi amor, pueden necesitarte, tu hermano puede necesitarte

Los seguí hasta que entraron a la habitación, en cuanto mi papá ingresó, la cama estaba lista para que Nicolay se acostara, lo acomodó, lo tapó con la sabana y Él le agradeció, Danko cuando miraba a su novio lo hacía con amor desmedido, Nicolay solo con Él sonreía, se le notaba que era feliz con mi hermano a su lado

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora