CAPITULO 125

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El tiempo siguió su curso, Robert y Anna fueron padres de un hermoso varoncito, en una visita a mi casa, justamente detrás de ellos llegaron mi suegro con mi papá, cayeron de sorpresa, traían juguetes para mis hijos, en la sala se saludaron todos, Anna tenía al bebé en su cochecito, mi papá lo fue a mirar y estaba alabándolo cuando Robert, le toco el hombro a mi papá.

Entonces se dio vuelta y lo que recibió fue un beso largo y hambriento de Robert. Alessandro, Anna, mi suegro y yo, nos quedamos estáticos de ver eso, mis ojos se fueron encima del señor Alexander, por mi mente cruzo que a lo mejor le molesto ese gesto atrevido de Robert, sin embargo, solo se acomodó en el sofá sonriendo, Robert al dejar de besar a mi papá le conmino.

—Danko, esto es por el pasado, porque si no hubiese ocurrido lo que pasó, jamás hubiese conocido a Anna, amarla y ahora ser padres de este hermoso bebé

Mi papá solo le menciono muy tranquilo

—Bueno Robert, de lo único que siempre me voy a arrepentir es... es la forma en que todo comenzó entre nosotros, me comporte como un patán, un abusivo

Robert intervino diciendo

—¡Ya olvídalo Danko!, eso ya paso, ahora debemos vivir el presente y por lo visto todos somos felices en este momento

El señor Alexander continuo con la plática levantándose para abrazar a mi papá

—Tienes mucha razón Robert, ahora tú tienes a Anna, Kiara a Alessandro, Danko está conmigo y Serena, ambos somos padres, Alessa sigue casada conmigo, tenemos a nuestros hijos, solo hay algo que no me hace feliz, a pesar de haberlo conocido como un patán

Mi papá quiso intervenir, sin embargo, mi suegro no lo permitió

—Espera Danko, ya que estamos aquí, es mejor que ellos se enteren y nos ayuden, mi amor, por favor, es tu hijo y ama a Nicolay

Robert enarcó una ceja para indagar

—Y ¿qué sucede con ellos dos?

El señor Alexander lo invito a sentarse para decirles todo lo que concierne a la enfermedad de Nicolay y lo que está haciendo por mi hermano, además de que todos deben estar preparados para el final, porque el médico le había dicho a mi papá que el cáncer ya estaba en fase terminal y a Nicolay no le quedaba ya mucho tiempo.

Robert y Anna contraían el rostro escuchando todas las contrariedades que se habían perdido al vivir lejos de toda nuestra familia, ambos prometieron ayudar en todo lo posible, mi papá nos conversó que a veces escuchaba a Nicolay que gritaba asustado y a mi hermano tratando de tranquilizarlo, a veces Nicolás lo hacía.

Tenía terrores nocturnos, pesadillas, a veces lo escuchaban llorar, Alessandro comento que puede ser el miedo a morir, mi papá, en cambio, menciono que a Danko le dijo que no vaya a trabajar, que le dedique todo su tiempo a su esposo, además nos narró que una vez iba a decirle que el desayuno estaba listo, encontró la puerta entreabierta y se había quedado mirando ese cuadro de amor.

Mi hermano Danko abrazaba de cucharita a su esposo y que Nicolás estaba de frente abrazando a Nicolay, que todos estaban dormidos, que después cerro la puerta muy despacio, dejándolos dormir unas horas más, ya que en la madrugada había escuchado los gritos de Nicolay, imaginando que deben estar muy cansados.

Llego el primer cumpleaños de mis hijos, se hizo una enorme fiesta, todos los integrantes de mi familia, amigos y demás llenaron a casa de mi papá, una noticia hermosa nos enteramos allí, Cassandra y Lissy estaban ya embarazadas, mi tío Mijaíl y Giorgio estaban felices, Danko asomo junto con Nicolás, sosteniendo a un Nicolay muy demacrado, pero con una linda sonrisa en sus labios.

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora