CAPITULO 60

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NARRA KIARA

Me desperté y miré a Alessandro que seguía dormido acaricie con cuidado sus cabellos, su rostro, estaba muy feliz de tener a este bello hombre a mi lado, me levanté muy despacio me tape con el edredón para asomarme un momento a la ventana para ver el paisaje y el amanecer, los rayos tenues del sol inundaban mi cuerpo y mi rostro, aspiraba el aroma del jardín que me llegaba a mi nariz, estaba tan ensimismada disfrutandolo cuando escuché la voz de Alessandro

—Mi amor ven acá, te levantaste y me dejaste abandonado aquí en esta fría cama

Lo miré estaba allí acostado observandome y palmeando a su lado de la cama invitandome a sentarme junto a Él, lo hice y pregunté lo que estaba dandome vueltas en la cabeza sobre algo que me insinuo antes

—Alessandro ¿para qué voy a ir a la universidad? Tú me dijiste que vendrían a casa a darme clases particulares

Noté que se puso nervioso porque se mueve mucho cuando se pone así, pero me respondió de que lo que Él deseaba era ir conmigo para que todos sepan de que soy suya, de que nadie puede acercarse a mí con propósitos amatorios a querer enamorarme a querer cortejarme, mi reacción fue de carcajearme al escuchar esas palabras de celoso, mi hombre estaba celoso eso me divertía mucho, por lo que le contesté llena de amor y seguridad

—Jamás dejaría que nadie se acerque a enamorarme porque mi corazón ya tiene dueño y ese eres tú mi amor solo tú, yo vivo por tí, yo vivo para tí de eso siempre debes estar seguro Alessandro, te amo solo a ti y a nadie más que a tí

Lo besé con ardor con amor con deseo adoro a este hombre de miércoles, celoso, posesivo y claro como no va a celarme si Él fue quién se portaba atrevido a cortejarme a sabiendas de que en ese tiempo Robert era mi novio, pero en eso se equivoca celándome o cuidándome porque ahora sé muy bien a quién amo, sé muy bien a quién entregué mi corazón, mi cuerpo y mi alma

Quise darle un regalo mañanero y lo empuje para que se acueste boca arriba y me le monté encima diciendo amorosa y jadeante de deseo lujurioso pues me moría de ganar de hacer lo que tanto ansiaba, comerme su polla, succionarla, lamerla, devorarla y se lo dije

—Mi amor me voy a comer lo que es mío, quedate así quietito déjame saborearte mi amor, déjame hacerte gozar con mi hambrienta boca

Alessandro me observaba con esos hermosos ojos azules snriendo, pero me conmino relamiéndose los labios

—Mi amor yo quiero hacer lo mismo y ¿si lo hacemos juntos? Tu me comes y yo te como, tu me saboreas y yo te saboreo, es una posición del Kamasutra se llama sesenta y nueve mi amor, anda tesoro quiero hacerlo

Puso su rostro hermoso frente a mí y me beso devorando mi boca para susurrarme con voz ya de deseo

—Comámonos juntos mi amor, juguemos a que somos dos fieras salvajes en celo, yo soy todo tuyo mi amor y tú eres toda mía y quiero comerme ese del que soy dueño mmmm

Carajo que este hombre me enloquece, entre besos fui bajando hasta llegar donde estaba mi dulce que iba a saborear, lami su glande pasando mi lengua alrededor de este y verlo como cerraba sus ojos disfrutando eso me encanta, lami su tronco saboreando cada pedacito y de sentir como se le endurece, cuando escucho que me dice

—Mi amor por favor, ponte de espaldas a mi y déjame a mi tambien disfrutar de tu coño precioso

Me movi para ponerme como había visto cuando mi padre lo hacía con sus amantes, me abrí de piernas dejando que mi novio tuviera acceso a mi coño, cuando sentí su lengua pasar por mi pliegues fue una sensación que hizo que dejara de lamer su polla, era tan deliciosa esa sensación, metía su lengua a ratos o sino lamia alrededor de mis piegues por momentos chupaba mi clítoris que me hacía estremecer

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora