CAPITULO 152

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NARRA KIARA

Esta semana ha sido un caos, Serena me ha llamado tres veces para que vaya a la casa a intervenir en las discusiones entre mi papá y Robert, la primera vez casi me orino de la risa. Mi papá había bajado furtivamente hasta la sala y había tomado una botella de whisky, se la había escondido en su ropa, como eran las seis de la mañana, creyó que Robert dormía todavía, sin embargo, cuando estaba ya al llegar a la cima de la escalera Robert había asomado y le había metido mano para buscar lo que traía escondido y ahí había comenzado la discusión

Serena me narro que mi papá había empujado muy enojado a Robert con tanta fuerza que lo hizo caer de espaldas, pero que se levantó de inmediato a perseguir a mi papá que casi corría a su habitación, que alcanzo a poner el pie entre la puerta semiabierta y la pared para que no la cerrara, que los gritos entre los dos eran muy fuertes. Danko y Nicolás lo habían ayudado a abrir la puerta haciendo caer de bruces a mi papá y la botella se había soltado de su agarre y entonces había rodado encima de la alfombra con los gritos de reclamos y excusas que se escuchaban por toda la casa

—¡Ya déjame tranquilo!, acosador, esta es mi casa, puedo tomar lo que se me pegue la regalada gana, ¡maldición!

—No, estás tomando medicina para la herida, ya el sábado te sacan los puntos, aguanta, ¡carajo!

—No quiero, anoche no tome nada, así que puedo tomar un vaso de whisky sin problema

Y lo que más risa me dio fue cuando me dijo que el señor Alexander ya estaba en la casa y que la señora Alessa se encontraba en el jardín riéndose de ver el relajo, Serena dijo que mi papá en cuanto escucho la voz de su esposo paro todo en seco, que parecía estatua clavada en ese sitio.

—Danko, ¡basta ya carajo!, dame la botella y te vas a la cama, no debes estar haciendo fuerza hasta que te saquen esos malditos puntos

Que solo estiro la mano y la botella cambio de mano y que mi papá como niño malcriado se fue a sentar a la cama rumiando y que el señor Alexander le indago

—¿Qué mierda estás diciendo Danko?

Y que mi papá solo lo miro alzándose de hombros, que Robert le dijo enojado

—Por esto es que vine a cuidarte, porque te conozco, no te cuidas, abusas de tu contextura, no eres de hierro Danko, te puedes enfermar

Que mi papá simplemente se acostó cruzado en la cama, poniendo sus brazos hacia atrás detrás de su cabeza. Cuando se trata de cuidarse mi amado padre se comporta cuál chiquillo, cuando estoy en su casa mientras mis hijos están en la escuela, le llevo a hurtadillas un poquitín de vino, previo a haberme informado con el médico de que en pequeña cantidad no sucede nada a su salud. Era la cómplice de mi padre, por eso le gustaba que lo visitara y me quede

La señora Alessa, en cambio, con todos los cuidados que se le tiene y la disciplinada administración de alimentos nutritivos y sus medicinas, se encuentra mucho mejor, ya no se queja de dolor ni nada, estuvimos con dudas de que quizá el dolor era por la venida de no solo un hijo, pero no, la ginecóloga corroboro que es solo una. Ahora sí, llego el sábado, había que ir a la clínica para que le saquen los puntos de sutura a mi papá.

Cuando ya íbamos a irnos mi papá y yo, vi al señor Alexander que nos hizo señas, llego al auto y abrió la puerta diciendo

—Yo también voy

Mi papá sonrió al verlo subirse al auto, pero, note que mi suegro estaba con su semblante sin emociones, miré a mi papá y también torció su boca como diciéndome que también eso le extrañaba, estábamos ya al llegar a la clínica cuando el señor Alexander hablo

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora