CAPITULO 135

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Llegó la hora de ir a festejar a la casa de la playa, mi hija me informo que había invitado a los socios y empleados de la empresa, que esto iba a ser en grande. Nos vestimos en forma holgada, pues eso nos advirtió Kiara, además nos pidió que lleváramos trajes de baño para ir al mar, que en las invitaciones había especificado eso, todo casual, el barullo era grande en casa, nosotros ya estábamos listos, pero todavía no salíamos. Alessandro nos dijo que dejemos que todos se vayan, que nosotros iríamos más tarde, con uno de los guardias que manejaría el auto de mi esposo

Escuchamos las voces de Danko, Nicolás y los niños que cruzaron frente a nuestra puerta, después a Dalila con su esposo e hijos. Alexander nos hizo señas desde el balcón, Serena y yo fuimos a acompañarlo, al mirar hacia abajo, era un enorme gentío, pues casi todos durmieron en mi casa, auto tras auto desaparecía en el horizonte transportando a los invitados hasta la casa en la playa

Todo quedo solitario, yo solamente esperaba la llamada de mi hija que nos avisaría que ya era hora de ir, pasaron varios minutos más hasta que recibí esa ansiada llamada de ella, los tres sonreímos, nos besamos y Serena exclamo

—Por fin, ya era hora, quiero divertirme, jajajajaja, que bueno que se llevaron a nuestros hijos con ellos

Salimos de nuestra habitación, para bajar las escaleras, salir para irnos en el auto que estaba estacionado al pie de la puerta de entrada, nos subimos en la parte de atrás para que nos transportara a nuestra fiesta de homenaje a nuestra felicidad. Conversábamos entre nosotros, ya estábamos llegando, entramos por la única calle, afuera se veía a varias personas, cuando varios autos que no sé de donde aparecieron nos cercaron

Salieron varios hombres armados y del auto que estaba cerca de la casa salió una mujer alta, con vestido rojo, se la veía exuberante, nos observó sonriente saludándonos, sentí un jalón del brazo y la voz temblorosa de Alexander

—Es... es, Danko, esa mujer estaba en la cárcel, es la que casi mata a Kiara, ¿te acuerdas?, es la ex de mi hijo, esa mujer es peligrosa

Mi felicidad desapareció de inmediato, recordé ese incidente con mi hija, me dije para mí «es cierto, es esa loca», me preocupé, sin embargo, no podía hacer nada, porque afuera estaban esos hombres apuntándonos con sus armas, nosotros allí dentro del auto simplemente observábamos como ella caminaba contoneando sus caderas hasta donde estaban Kiara, Alessandro y otras personas más

Sus rostros era de sorpresa, me imagino la angustia que mi hija debe estar sintiendo en este momento y yo aquí, atado de manos sin poder hacer absolutamente nada. Serena me abrazo y Alexander también, allí nos quedamos a la espera de lo que iría a suceder, de ahora en adelante

NARRA ALESSANDRO

Cuando llegue a la casa de la playa la habían decorado muy bien, ya estaban muchos invitados, salude con el rector de la universidad y muchos de mis colegas, Reinhart estaba discutiendo con Rosita por el pastel, porque ella quería ponerle velitas y ella decía que no, que solo era un festejo de unión marital, Kuki estaba sentada riéndose admirando la pelea

Kiara vino a mí avisándome que ya venían los homenajeados, salimos para recibirlos, estábamos en la entrada cuando atisbamos a lo lejos el auto de mi papá, de repente asomaron varios autos que lo rodearon completamente, supuse que era alguna broma de algún invitado, más que todo de los trillizos porque los conozco lo bromistas que son. Sin embargo, ellos estaban a mi lado y noté su sorpresa, volví a mirar y uno de los autos se movió hacia delante y de los otros autos bajaron varios hombres armados que se dirigieron al auto de mi papá apuntándoles, eso me alarmo y más cuando vi a la persona que se bajó de ese auto, casi grito

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora