CAPITULO 98

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NARRA KIARA

Qué notición que me dijo Mara, Iban va a dar una grandiosa sorpresa en la cena, ella me contó todo lo que hicieron, me tenía mucha confianza, en verdad que su adorado tormento la ama, la trató con suma delicadeza, ella narraba que Él después le había pedido perdón por el dolor que le causo al entrar en ella por primera vez, lo lógico que hicimos fue reírnos, sin embargo, le anuncié

—Mara, eso es lo mejor que te pudo haber pasado mujer, Iban te ama de verdad, solo un hombre recto y correcto te pide disculpas de la manera en que Él te lo pidió, con lagrimas cayendo por sus mejillas, además de pedirte perdón por hacerlo antes del matrimonio

Ella continuó narrando eufórica llena de felicidad

—Allí fue cuando me dijo que quería casarse conmigo, que lo que hicimos, Él lo deseaba hacerlo después de casados, pero yo le miré feliz para decirle que lo amaba, que esto fue solamente la demostración de que nos amamos verdaderamente, me miró a mis ojos sonriéndome para recalcar que hoy en la cena iba a pedir mi mano

Mara se levantó del sofá para casi saltar de la alegría mientras seguía hablando

—Kiara, creo que estoy viviendo en el paraíso, creí que no encontraría el verdadero amor y ya ves...¡uiiiiiiip!, oh, espera me esta llamando Ibán

Ella contestaba una videollamada de Iban, mientras sus expresiones eran alegres llenas de felicidad, hasta que expresó en voz alta

—Ese esta hermoso Ibán, te espero mi amor, te amo

Cerró la llamada y su sonrisa tan fresca, tan pura me tenía encantada, nunca la había visto así, tan feliz, apretó el celular contra su pecho y manifestar

—Ibán ha salido de casa sin decirme nada y ¿sabes por qué Kiara?, fue a comprar el anillo, jajajaja, ¿puedes creerlo?, me lo acaba de enseñar, es el anillo más hermoso que he visto, dijo que ya venía de regreso, ¡ay mi Dios!, estoy muy nerviosa

La puerta se abrió dejándonos ver al señor Alexander que musitó

—Oh, vaya, no sabía que ustedes estaban aquí, las dejos solas

Me levanté para decirle risueña

—Oh, señor Alexander, no se preocupe, nosotras ya estábamos por salir

Tomé de la mano a Mara y salimos riéndonos de allí adentro, cuando escuchamos la voz de su padre

—Oigan y ustedes, ¿en que planes andan ah?, nadie se ríe de esa forma pícara

Sin hacerle caso seguimos caminando y escuchamos que cerró la puerta de su despacho, llegamos hasta la sala en donde estaban sentados los demás, nos miramos y sonreímos, nos integramos a las conversaciones de los demás allí, cuando la señora Alessa preguntó con dudas

—¿Saben para dónde fue Iban?, porque salió a toda prisa de la casa cuando ustedes se fueron a encerrar al despacho de Alexander

Ambas nos miramos y nos alzamos de hombros, Alessandro que estaba al lado de su madre no dejaba de observarme fijamente, cuando con su dedo hizo la señal de que vaya a su lado, me levanté diciendole en voz baja en el oído a Mara que vaya a arreglarse para la llegada de su novio, elLa se levantó risueña y se fue a su habitación

Mientras me senté al lado de Alessandro que me indagó en voz baja

—¿Qué pasó con Mara?, ¿por qué está tan feliz?, ¿puedes decírmelo mi amor?

Le acaricié su rostro con amor con ternura para decir

—No puedo mi amor, son cosas de tu hermana y además son cosas de mujeres, son secretos para los hombres, tabú para tí

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora