CAPITULO 106

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Como ya todo estaba preparado me sentí muy satisfecha y opté por subir yo también la escalera, me imaginé que Alessandro fue a llamar a mi hermano y a Nicolay para que se integren en la celebración, ya que ellos tambien van a casarse con todos, llegué a a parte de arriba y no atisbe a nadie, sin embargo, caminé por el pasillo hasta la habitación de mi hermano, entonces noté que Alessandro estaba parado con la puerta abierta mirando hacia el interior.

En cuanto me sintió llegar a su lado, me miró y me dedicó una dulce sonrisa y me susurró

—Mira, mi amor, míralos cómo duermen, hasta pena me da, despertarlos

Danko y Nicolay dormían plácidamente abrazados, la cabeza de Nicolay estaba recostada en el pecho desnudo de mi hermano, sin embargo, ya era hora de que despertaran para que bajen también a celebrar, le dije a Alessandro que me dejara a mí llamarlos, que bajara a acompañar a los demás, me dio un leve beso y se fue.

Entré, cerré la puerta tras de mí, caminé muy despacio admirando ese bello cuadro de amor entre mi hermano y Nicolay, al pobre se le notaba lo demacrado, sus ojeras denotaban su delicada salud, me senté al filo de la cama y muy despacio comencé a llamarlos.

—¡Danko, Nicolay!, despierten dormilones, ya es hora

A mi hermano lo moví un poquito más fuerte diciendo

—¡Danko, despierta!

Él fue abriendo sus ojos mientras balbuceaba palabras que no entendía, parece que Nicolay al sentir el movimiento del cuerpo de su novio también salió del país de los sueños, y también gemía un poco hasta que bostezo y nos contagió a los demás, Danko al mirarme sonrió y apretó aún más a su novio que soltó una pequeña risita y le musitó.

—¡Auch!, Danko me dolió ese apretón, jajajaja, ya me desperté, mi amor

Les dije que habían llegado invitados por Alessandro para hacer una pequeña despedida de solteros, porque las bodas iban a ser todas juntas, entonces Nicolay replicó extrañado.

—¿Despedida de solteros?, ¿Bodas?, pero, no entiendo

Otra vez tocó explicar bien el asunto a los dos, demoré, pero lo hice, allí fue cuando Danko exclamó.

—¡Nos vamos a casar todos!, Nicolay, mi amor, nos vamos a casar todos, jajajaja

Nicolay observaba a mi hermano con una sonrisa cautivadora, parecía como si estuviese mirando a un ángel bajado del cielo, esa mirada llena de amor, hasta envidia me dio, cuando se decidió a hablar.

—Danko, estoy feliz, ¡esto es increíble!, jajaja, lograr que todos nos casemos, nada de irnos a otro sitio o a otro país, jajaja, esto se llama suerte, mi amor

Danko se levantó para ayudarlo a levantarse, casi lo cargo, pero Nicolay le pidió que deseaba valerse por sí mismo.

—Mi amor, si tengo fuerzas para moverme solo, no te preocupes, mi amor

Los miré a ambos y acoté

—Los espero abajo, solo ustedes faltan, debemos celebrarlo juntos

Ambos asintieron con la cabeza y salí de su habitación, cerrando la puerta tras de mí, caminé por el pasillo, cuando al pasar por mi habitación solo sentí que me taparon la boca abrazándome y jalándome hacia adentro, iba a gritar, pero de inmediato se me pasó por la mente que era Alessandro y cuando me soltaron me di cuenta de que tenía razón, era Alessandro.

El travieso estaba desnudo, cerró la puerta con seguro, se me acercó para besarme con lujuria, me comía la boca y sus manos me estaban desnudando también, entonces lo ayudé y juntos caímos a la cama, extasiados uno del otro, los besos y caricias subían de tono, casi sin palabras, allí había únicamente deseo, Alessandro estaba montado encima de mi cuerpo y yo aprovechando acariciando con mis manos su espalda, su cadera, apretando con fuerza sus nalgas y escuchando sus gemidos.

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora